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Ataque israelí en GazaAFP

La batalla de Jan Yunis se convierte en la más cruenta de la guerra de Gaza con combates cuerpo a cuerpo

Las fuerzas israelíes se enfrentan a un auténtico ejército de terroristas armados y entrenados en Irán

En contra de lo que el imaginario colectivo dicta a la opinión pública occidental, Israel no se enfrenta a Gaza contra unos terroristas en zapatillas y pantalones andrajosos armados con el primer kalashnikov que les ha caído en las manos.

La lucha de Israel contra el grupo terrorista Hamás es encarnizada, está siendo dura, sangrienta y dramática.

El grupo armado de Hamás, las Brigadas Al Qassem –al igual que otros grupos terroristas presentes en la franja como el brazo armado de la Yihad Islámica, las Brigadas Al Quds– es un grupo no estatal, pero tan fuertemente armado y financiado por Irán que se ha convertido prácticamente en un ejército tan poderoso como muchos Ejércitos regulares.

Cierto es que carecen de aviación y de unidades mecanizadas, aspectos en los que el Ejército de Israel es una potencia, pero han sabido aprovechar sus recursos para convertirse en una eficaz fuerza de infantería escondida en la intrincada red urbana de las ciudades de Gaza.

La batalla por la ciudad de Jan Yunis, la segunda de Gaza, al sur de la franja, se está convirtiendo en la más cruenta y sangrienta de la guerra contra Hamás.

Las Brigadas Al Quds de la Yihad Islámica bombardean de forma constante las posiciones israelíes, desbaratando en parte sus líneas de comunicación terrestre, informa el Institute for the Study of War (ISW) con recursos inimaginables para cualquier organización armada no estatal.

Lo mismo se puede decir de las Brigadas Al Qassaem de Hamás, que están sembrando la ciudad de trampas explosivas que ya han causado un auténtico destrozo entre las fuerzas israelíes.

La inmensa superioridad militar israelí se reduce al mínimo en las calles controladas por los terroristas palestinos en Gaza.

Los soldados de las fuerzas de defensa israelíes se enfrentan a granadas y artillería, y han recibido incluso el impacto de proyectiles termobáricos.

Israel no lucha contra cuatro terroristas en harapos, se enfrentan a un auténtico «ejército terrorista» equipado con material propio de fuerzas especiales y entrenado durante años en los campos de la Guardia Revolucionaria de Irán.

En el sur, donde se han concentrado las mejores fuerzas de Al Quds y Al Qassem, la cosa se está complicando, y son muchos los que ya apuestan por una solución negociada que implique el desarme de las milicias de Hamás y Yihad Islámica sin necesidad de completar el control total de la franja.

El líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, llegó el miércoles a Egipto en un movimiento inusual que podría indicar la inminencia de conversaciones al más alto nivel con Israel.

Israel se ha expresado en varias ocasiones dispuesto a un nuevo alto el fuego que permita la liberación total de los rehenes aún en manos de los terroristas en Gaza.