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El ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, y el canciller Olaf ScholzAFP

Defensa y seguridad

Alemania dice que la UE debe prepararse para una posible guerra con Rusia a finales de esta década

El ministro de defensa teutón Boris Pistorius apuntó a la necesidad de fortalecer las industrias de defensa nacionales en una entrevista en un medio alemán

Las amenazas crecientes para la seguridad europea que supone el conflicto de Ucrania y la remilitarización de Rusia preocupa a los Estados miembros y, en especial, a Alemania, tal y como ha comentado el ministro de defensa Boris Pistorius en una entrevista en Welt am Sonntag en la que ha motivado a sus socios a fortalecer las industrias de defensa nacionales de cara a una más que posible guerra con Rusia a finales de la década.

Las declaraciones de Pistorius fueron la respuesta a las nuevas amenazas del presidente ruso Vladimir Putin a Finlandia por haberse unido a la OTAN este año. Moscú no ha cambiado su posición desde el principio de la guerra y asegura que no tiene ninguna intención de atacar a miembros de la Alianza Atlántica.

«Las amenazas contra los Estados bálticos, Georgia y Moldavia deben tomarse muy en serio», aseguró en la entrevista, «no son solo amenazas verbales, podríamos enfrentarnos a verdaderos problemas para finales de la década».

El ministro alemán quiere dar un golpe de efecto que sirva para despertar del largo letargo a sus homólogos europeos. Parece que la Unión Europea empieza a comprender la importancia de una mayor independencia estratégica a la que se suma la defensiva. Se entiende que Estados Unidos cada vez estará menos presente a medida que crezcan los conflictos en otros lugares dentro de la batalla global por la hegemonía contra China.

Las capacidades defensivas europeas no son comparables a las de otros socios como los del Pacífico. Contener a China en su plataforma continental es objetivo prioritario y Japón, Corea del Sur, Filipinas y Taiwán no alcanzan por el momento ni las capacidades ni la coordinación de la que sí disfrutan los países de la UE.

El principal conflicto militar se encuentra en este momento en Ucrania, pero el juego de poder se desplaza a otros lugares en donde la presencia de Washington está muy debilitada. África y Oriente Medio son los dos mejores ejemplos. Estados Unidos necesita que la Unión se valga por sí misma y viceversa.

En este contexto se enmarca la determinación de Bruselas para ayudar a Kiev y contener a Rusia lo máximo posible mientras el resto de los países se rearma. Empresas como Airbus están trabajando al máximo de sus capacidades para entregar nuevos aviones de combate para 2026.

Aún así, parece que esta nueva retórica belicista no acaba de calar en el grueso de la población, acostumbrado a mensajes pacifistas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que el ministro de Defensa de una de las principales potencias europeas haya pronunciado estas palabras en público es un síntoma de que la situación se plantea más crítica de lo que muchos pensaron años atrás durante la administración Trump.

Este cambio de mentalidad se deberá plasmar en un cambio doctrinal. La doctrina de defensa europea se considera «complementaria» a la de la OTAN «a través del apoyo económico, financiero y humanitario». De esta manera, Berlín quiere liderar una nueva época reforzando la cooperación entre los socios comunitarios. En concreto, el llamado Triángulo de Weimar entre Polonia, Francia y Berlín.