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La primera ministra de Italia, Giorgia MeloniEFE

El partido de Meloni se propone proteger el Belén en las escuelas italianas

Lavinia Mennuni, senadora italiana, explicó que desde Hermanos de Italia quieren evitar que el país siga el ejemplo de Francia, que celebran la «Fiesta del Invierno» y no la Navidad

Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra Giorgia Meloni, ha emprendido una nueva ofensiva en el ámbito académico. La formación de Meloni ha presentado un proyecto de ley que busca proteger los belenes navideños en las escuelas impidiendo que alguna autoridad pueda prohibirlos.

La principal impulsora de esta normativa es la senadora Lavinia Mennuni, quien declaró que «desde hace algunos años asistimos a decisiones inaceptables y vergonzosas de algunos organismos escolares que prohíben los belenes en las escuelas».

Por ahora, el proyecto de ley hecho público por el Senado no cuenta con un articulado y, a la espera de saber su redacción y contenido, solo se conoce el el título: «Respeto y protección de las tradiciones religiosas italianas».

Pero, los medios italianos, adelantan que se implantarán sanciones para impedir que alguien pueda prohibir «las celebraciones vinculadas a la Navidad y la Pascua cristiana como el Belén u otros eventos» en la escuela.

«La garantía constitucional de la libertad religiosa y de culto no se corresponde ni con el derecho ni con el deber de rechazar los símbolos religiosos, históricos y culturales, que son la expresión de los valores de la tradición identitaria del pueblo italiano», reza el texto presentado en el Senado el pasado 11 de diciembre.

El partido de Meloni defiende así que «permitir la transformación de las fiestas sagradas cristianas en otro tipo de celebración anónima constituiría una discriminación contra los alumnos y sus familias que practican la religión mayoritaria, así como un atentado contra los valores y la tradición más profunda de nuestro pueblo».

La senadora italiana explicó que la iniciativa quiere evitar que el país siga el ejemplo de otros como Francia, que celebran la «Fiesta del Invierno» y no la Navidad. Según el proyecto de ley, «el montaje del Belén, al igual que la preparación de obras de teatro y celebraciones, no integra ninguna acción de adoctrinamiento ni, menos aún, de proselitismo por parte del Estado italiano y, desde luego, no conlleva ninguna discriminación contra los alumnos –y sus familias– que profesan otras religiones».

El objetivo es recordar «el profundo significado de humanidad y la relación que une las festividades religiosas a la identidad nacional italiana». Para los transgresores habrá «procedimientos disciplinarios de acuerdo con las normas». Esta medida no ha quedado exenta de polémica. El presidente de la Asociación Nacional de Directores (ANP), Antonello Giannelli, en declaraciones a los medios defendió «tener presentes las tradiciones del país» pero subrayó que «imponerlas por ley está fuera de lugar».

Desde la política, el portavoz de Italia Viva –centroizquierda–, Davide Faraone, subsecretario del Ministerio de Educación entre 2014 y 2016, pidió al partido gubernamental «empezar a ocuparse de cosas serias» alegando que «la escuela italiana tiene muchos problemas».

Mientras que la portavoz de los Verdes, Luana Zanella, calificó de «ridícula» la idea: «Quieren prohibir por ley todo aquello que no les gusta», advirtió