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La exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili, implicada en el QatargateAFP

Nueve eurodiputados involucrados en el Qatargate siguen trabajando en el Parlamento Europeo

Se trataría de «idiotas útiles», que no eran conscientes del sistema corrupto del que formaban parte

El Parlamento Europeo enfrenta actualmente uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de la Unión Europea: el caso Qatargate.

Varios políticos y sus socios están acusados de recibir dinero o regalos de Qatar y otros gobiernos extranjeros para influir en la política y debates de la UE.

Pero hasta ahora, tres de los eurodiputados que han sido arrestados y acusados preliminarmente de corrupción, blanqueo de dinero y participación en una organización criminal siguen en activo.

Se trata de Eva Kaili, Marc Tarabella y Andrea Cozzolino, quienes niegan las acusaciones. Sin embargo, continúan asistiendo al Parlamento y participando en las votaciones.

Además, se ha identificado a otros seis eurodiputados en activo y a un funcionario parlamentario como parte de la red implicada en el escándalo. Estas personas aún trabajan en el Parlamento y no han sido acusadas en relación con el caso.

Los nombres de estos individuos fueron revelados a las autoridades belgas durante las investigaciones de los dos principales sospechosos: el ex eurodiputado Pier Antonio Panzeri, presunto líder de la red, y su ex asistente Francesco Giorgi.

Entre las acusaciones en los documentos filtrados, se afirma que algunos eurodiputados se beneficiaron de un acuerdo en el que un funcionario extranjero les prometió hasta 250.000 euros para financiar sus campañas electorales europeas de 2019. También se menciona que un eurodiputado recibió un reloj y que un funcionario de la UE aceptó hasta 20.000 euros en efectivo.

Francesco Giorgi describió a los miembros de la red como «soldados» e «idiotas útiles», indicando que muchos no eran conscientes del sistema corrupto implementado por Panzeri. Giorgi también reveló que Panzeri usaba varias técnicas para manipular a las personas, incluyendo su credibilidad como ex miembro del Parlamento Europeo, relaciones románticas/sexuales, y favores.

Credibilidad en juego

El caso ha sacudido los cimientos de la UE, poniendo en duda sus valores de democracia, integridad y derechos humanos, y ha llevado a un profundo examen de conciencia en Bruselas y Estrasburgo. Los investigadores sospechan que los gobiernos de Qatar, Marruecos y Mauritania contrataron los servicios de Panzeri y sus asociados para manipular los procedimientos de la UE a su favor.

Un portavoz del Parlamento Europeo declaró que la institución coopera plenamente con las autoridades judiciales y atenderá cualquier solicitud de suspensión de la inmunidad de los eurodiputados implicados. Qatar y Marruecos han negado cualquier irregularidad en el caso. El abogado de Panzeri declinó hacer comentarios, mientras que el abogado de Giorgi señaló que las acusaciones se basan en declaraciones hechas bajo presión.