El líder de Hamás en Gaza rompe su silencio y habla por primera vez desde el inicio de la guerra con Israel
Yahya Sinwar es técnicamente el «número dos» del grupo, detrás del jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, que vive desde hace más de una década autoexiliado en Qatar
El líder de Hamás en la Franja de Gaza y el cerebro tras la masacre del pasado 7 de octubre, Yahya Sinwar, se ha pronunciado, por primera vez, desde el inicio de la guerra con Israel, en un día tan señalado como este. Mientras la mitad del planeta celebra el día de Navidad, Sinwar ha decidido romper su silencio y se ha dirigido directamente a los miembros de la organización islamista.
El líder de Hamás en el enclave palestino ha arengado a sus milicianos y ha asegurado que las Brigadas Al-Qassam –brazo armado de Hamás– «habían destruido a las fuerzas israelíes y librado una dura batalla contra Israel». Asimismo, ha afirmado que el país hebreo ha sufrido grandes pérdidas.
Según medios israelíes, desde el pasado 27 de octubre, fecha en el que dio comienzo la ofensiva terrestre contra el enclave, unos 156 soldados israelíes han muerto en combate. Una cifra que supera ya los 119 que fallecieron en la guerra de Líbano de 2006. A estos, sin embargo, hay que sumar otros 333 soldados asesinados durante el brutal ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre y en los combates de los días sucesivos.
En su mensaje, Sinwar ha ido más allá y ha apuntado que Israel ha sufrido «5.000 bajas y ha perdido 750 vehículos». «Las Brigadas Al Qasam destruirán al Ejército de ocupación, están en camino de aplastarlo y no se someterán a las condiciones de la ocupación», ha afirmado el líder de Hamás en un mensaje difundido por los canales de la organización terrorista, donde también ha descrito la batalla como «feroz, violenta y sin precedentes»
Este mensaje tiene lugar el mismo día que un ataque aéreo israelí contra el campo de refugiados de Al Maghazi ha acabado con la vida de 70 gazatíes. Mientras que los bombardeos tampoco han cesado en todo el resto del enclave, incluyendo uno en Jan Yunis –ciudad natal de Yahya Sinwar– , en el sur, que ha dejado al menos 22 muertos.
Según información de inteligencia filtrada a medios hebreos la semana pasada, el Ejército israelí cree que ha estado a punto de darle caza en los túneles del área de Jan Yunis dos veces en las últimas semanas, pero Sinwar, quien se supone que está en constante movimiento, logró escapar.
«Es solo cuestión de tiempo que demos con él», aseveró el primer ministró israelí, Benjamin Netanyahu, el pasado 6 de diciembre, cuando las tropas israelíes rodearon la residencia de Sinwar en Jan Yunis, aunque no encontraron rastro de él.
Sinwar es técnicamente el «número dos» del grupo, detrás del jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, que vive desde hace más de una década autoexiliado en Qatar, pero aquel es considerado como la persona que realmente controla las decisiones importantes del grupo, al ser quien gobierna dentro de la Franja, tanto el brazo político como el militar.
De hecho, según varias fuentes cercanas a las negociaciones, es Sinwar quien tiene la última palabra en las conversaciones para lograr un acuerdo de tregua o intercambio de rehenes por presos, que fracasaron en El Cairo la semana pasada.
Haniyeh regresó a Doha desde El Cairo después de que unas nuevas negociaciones se rompieran la semana pasada por Hamás, que exige un alto el fuego permanente para devolver a los más de 120 rehenes que le quedan dentro del enclave.
Las partes estudian ahora una nueva propuesta de Egipto para una tregua de dos semanas, que podría convertirse en un alto el fuego permanente, si Hamás acepta que un gobierno tecnocrático palestino tome el control de Gaza y liberar a todos los rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de algunos prisioneros palestinos.
Los intensos bombardeos israelíes en dos meses y medio de ofensiva se han cobrado la vida de al menos 20.400 gazatíes – el setenta por ciento civiles, incluidos más de 8.000 niños– y causado más de 54.000 heridos; además de 7.500 cuerpos que se estiman atrapados bajo los escombros, según el último recuento del Ministerio de Sanidad.