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Assaf Orion, experto israelí

Entrevista experto israelí Assaf Orion

«No podemos premiar a Hezbolá con negociaciones para que cumpla una resolución de la ONU que siempre violó»

El general de brigada en la reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel, Assaf Orion, analiza para El Debate el aumento de las hostilidades entre el país hebreo y el Líbano, que amenaza con una guerra regional

Assaf Orion, general de brigada en la reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), tiene en su haber diversos cargos relacionados a la planificación estratégica e Inteligencia. Como uno de los investigadores destacados del INSS (Instituto para Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv) y en el Washington Institute, se ha abocado tanto a la temática siria como a la libanesa y a las relaciones entre Israel y los palestinos.

Es un gran experto en el tema de la organización terrorista Hezbolá , sus tácticas regionales y sus vínculos con Irán. Y ello tiene un trasfondo también en su carrera militar, dado que su último cargo (2010-2015) fue como jefe de la División Estratégica del Directorio de Planificación del Estado Mayor de las FDI . En ese marco era responsable también de la cooperación internacional y del enlace con Ejércitos vecinos y fuerzas de mantenimiento de la paz. También encabezó el equipo que representó al Ejército en las conversaciones tripartitas con los Cascos Azules de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) y las Fuerzas Armadas Libanesas en Naqoura.

Aceptó conversar con El Debate sobre los enfrentamientos bélicos entre Israel y Hezbolá, desatados por los ataques de la milicia proiraní a territorio israelí, presentados en apoyo a Gaza.

Mientras se libra una dura guerra entre Israel y Hamás , Hezbolá, desde Líbano, ha expresado desde el comienzo su apoyo a Hamás tanto verbalmente como lanzando ataques desde territorio libanés al norte de Israel. Está claro que no entró en una guerra de la envergadura que le permite su poderío militar, pero en los últimos días la sensación es de clara escalada. ¿Cuál es su evaluación al respecto?

–Esa es sin duda la impresión. En ambos lados de la frontera ha habido evacuaciones de población civil, más de 60.000 habitantes de cada lado . La diferencia es que del lado israelí, aproximadamente la mitad fue de forma organizada por las autoridades y el resto por voluntad de la gente, mientras que en territorio libanés no fue organizado. Sin duda Hezbolá ha intensificado sus ataques a poblados civiles israelíes.

En los últimos días ha sido especialmente notorio, la ciudad de Kiriat Shmona, la localidad de Metula…

–Así es. Israel responde a los ataques, ha habido blancos en terrenos abiertos, en reservas nacionales y valles donde hay puestos militares fronterizos de Hezbolá escondidos en la espesura de la vegetación. Eso explica las quejas del Líbano por los incendios provocados por las FDI en bosques y en toda serie de espacios abiertos. Hubo varios incendios que encolerizaron a Hezbolá porque alcanzaron complejos militares que se encuentran en la naturaleza.

Aquí lo central es estar seguros de que Israel ataca puestos militares, no blancos civiles.

–Así es. En los últimos años, Hezbolá construyó puestos de observación que presentó como civiles, como parte de una organización medioambiental que se sabe que es un brazo de Hezbolá llamada Green without borders. Al parecer, Israel los atacó con dureza. Y otra cosa que hace Hezbolá es ubicar sus fuerzas dentro de aldeas y por eso vemos más ataques en las aldeas mismas.

Eso es más problemático …

–Y por eso vemos un aumento considerable de muertos de Hezbolá, ya son por lo menos 117.

¿Israel trata de no atacar donde hay civiles, aunque haya puestos de Hezbolá?

–Yo distinguiría entre calidad y cantidad. Hezbolá trata de dejar sentadas ecuaciones. Si mueren civiles libaneses, trata de matar civiles israelíes.

¿Aunque hayan muerto porque están en una aldea donde hay puestos militares de Hezbolá?

–Así es. En cantidad de muertos, Hezbolá no ha logrado equiparar. Tenemos siete soldados y cuatro civiles muertos mientras que Hezbolá tiene unos 117 muertos y diría entre 10-20 palestinos muertos y creo que más de 20 civiles. En cifras, tiene un problema. Publicaron hace unos días en Telegram: «No aceptaremos ataques a civiles y poblaciones», y lanzaron cohetes a la ciudad Kiryat Shmona.

¿Considera que Israel va a atacar todo lo que le consta de la infraestructura armada de Hezbolá en el sur del Líbano?

–No, no lo estamos haciendo, esa no es ahora la dimensión del enfrentamiento. Atacamos depósitos de armas, lanzadores, combatientes, comandancias, lanzadores de misiles tierra-aire, puestos de observación.

¿Cuál es la diferencia entre la situación actual y la gran guerra que podría estallar?

–Lo que distingue la situación actual y una gran guerra es si ambas partes deciden intensificar la cantidad de ataques y alcanzar una mayor profundidad, o sea, infiltrarse aún más en el terreno del enemigo. Aun así, disparos de terroristas palestinos desde Líbano ya llegaron al norte de la ciudad israelí de Haifa, pero está claro que Hezbolá no está usando toda su capacidad. Israel tampoco.

¿Está claro que lo que hace Israel es una respuesta a los ataques de Hezbolá?

–Quien comenzó y anunció que continuará mientras siga el combate en Gaza, fue Hezbolá. Decir que cada ataque nuestro es reacción a sus ataques, no es así necesariamente. Aprovechamos la situación para también tomar iniciativa y destruirles infraestructuras armadas. Pero el gran desafío es que debemos generar condiciones para que los habitantes puedan regresar a las poblaciones del norte de Israel.

Ya se ha creado una ecuación, a pesar de que nadie en Israel lo ha dicho, que si no podemos estar en nuestras poblaciones tampoco podrán ellos en el sur del Líbano. La razón por la cual no podremos, es por varios motivos: Hezbolá al sur del Litani y la Unidad élite Radwan próxima a la frontera. Eso se puede comprender de declaraciones de altos mandos, por ejemplo, cuando dice el ministro de Defensa que Hezbolá se debe retirar al norte del río Litani como determina la resolución 1701 del Consejo de Seguridad del 2006 que Hezbolá nunca respetó, y aclara que será por negociación y si no, por la fuerza, eso es lo central.

¿Ve la opción de que se logre políticamente?

–La cuestión ahora es adónde irá –hay propuestas, en un intento de transformarlo en político. Israel dice que si no es político, será militar. Estados Unidos y Francia dicen que hagamos negociación en la frontera– para que el Líbano esté también implicado. Pero al pensar en un contexto más amplio, ¿acaso debemos dar compensaciones por violaciones? Primero violan una resolución internacional, luego abren fuego por su iniciativa, ¿y como premio recibirán una negociación política, con cesiones en la frontera? No será simple.

¿Israel preferiría que volvieran a implementar 1701, sin entrar en otra guerra?

–No es volver a implementar, nunca implementaron dicha resolución. Quisiéramos también que todo lo que sucede desde el 8 de octubre no hubiese ocurrido. En los hechos está la resolución 1701, la que violan de forma sistemática. Líbano suele decir: «estoy comprometido», pero sigue violando dicha resolución. Si ahora el Líbano dice que Hezbolá se retira hacia atrás y funciona, bien. Si no funciona, el problema queda sin solucionar.