Entrevista
«Los democristianos no han contrarrestado el experimento social de la izquierda, en parte han cooperado»
Hablamos con Gudrun Kugler, miembro del Partido Popular de Austria, activista provida y una de las voces de lo que está llamado a ser el 'contra Foro Económico Mundial' auspiciado por el psicólogo canadiense Jordan B. Peterson
El pasado mes de octubre más de 1.500 personas de 71 países se reunieron en Londres con el objetivo de sentar las bases de lo que será un contra Foro Económico Mundial conocido como la Alianza para la Ciudadanía Responsable (ARC, por sus siglas en inglés) bajo la batuta del reconocido psicólogo canadiense Jordan B. Peterson.
Desde hace años, líderes políticos, empresarios, académicos, intelectuales y personajes de los medios de comunicación reclaman una manera diferente de hacer las cosas en la esfera internacional. Preocupados por el devenir de Occidente y la adopción de ciertas ideologías autodestructivas, se reunieron para marcar las líneas del trabajo entorno a varias ideas fuerza: familia, buen gobierno, libertad de empresa, conservacionismo aideológico, promoción de la civilización occidental y la puesta en marcha de una «geopolítica en positivo», es decir, dejar de lado el catastrofismo típico de la élite mundial utilizado para dirigir a parte de la humanidad a un camino sin salida.
Dejar de lado las ideas malthusianas, el ambientalismo, la ideología de género y un largo etcétera es, sin duda, una misión titánica. En esta ocasión charlamos con Gudrun Kugler, diputada austriaca y una de las promotoras de dicha alianza.
–¿Qué es exactamente la ARC? Algunos dicen que podría ser el anti-FEM.
–La Alianza para una Ciudadanía Responsable es un foro para dar forma a una visión esperanzadora del futuro y encontrar soluciones que capaciten a las personas, fomenten la responsabilidad y proporcionen fuerza y esperanza a nuestras comunidades y naciones.
Al igual que el Foro Económico Mundial, la ARC reúne a una serie de líderes de opinión y personas que buscan un cambio de todo el espectro político, empresarial y cultural para debatir los retos a los que nos enfrentamos actualmente. A diferencia del FEM, pensamos que el declive no es inevitable y nos basamos en los fundamentos históricos de nuestra prosperidad para transmitir los cimientos de nuestra civilización. Nos centramos en la responsabilidad del individuo, ya que buscamos la redistribución de la responsabilidad desde el gobierno hacia los ciudadanos, las familias y las comunidades.
–El acontecimiento de Londres es el primer paso. ¿Podría realmente conducir a la creación de estructuras internacionales con valores diferentes de los que prevalecen hoy en día?
–Muchas personas –hablamos de una mayoría silenciosa– comparten las opiniones de ARC. En Londres reunimos a 1.600 intelectuales públicos, líderes empresariales, artistas y responsables políticos de más de 70 países. Todos compartieron la búsqueda de una necesaria reflexión profunda sobre las ideas y las claves del florecimiento y la prosperidad humanas y llevaron estas ideas a sus esferas de influencia. Creo que este es un trabajo de base muy significativo.
–¿Qué valoración hace del evento?
–Varias personas me dijeron que, a pesar de llevar décadas asistiendo a conferencias, nunca habían estado en un evento de estas características. Lo mejor de todo es el que el hecho habla por sí solo: todos los presentes se fueron con el ánimo renovado y con el deseo de comunicar las ideas que promovemos. En Youtube (@arcforum) se pueden encontrar todos los discursos. Son breves, profundos y fascinantes. La alta calidad y el marco mismo del evento también también transmitieron la idea de que lo que se defiende es apto para constituirlo el centro de la sociedad.
En Londres reunimos a 1.600 intelectuales públicos, líderes empresariales, artistas y responsables políticos de más de 70 países
–¿Y cuáles son los próximos pasos? Como usted ha dicho, los participantes se marcharon muy animados.
–El siguiente paso más importante es que todos hagan llegar lo que allí se habló de la mejor manera a sus lugares de trabajo y a su entorno más próximo. Esto ya está ocurriendo. La próxima conferencia internacional está prevista para febrero de 2025. Actualmente estamos debatiendo la posibilidad de celebrar eventos regionales entre medias. Para quien desee mantenerse informado, le recomiendo que se suscriba a nuestro boletín en nuestra web.
–Occidente en general, y Europa en particular, están muy cerca del punto de no retorno, si es que no lo han cruzado ya. ¿Merece la pena que los políticos, los líderes sociales, los medios de comunicación y un largo etcétera luchen por aquello en lo que creen?
–El experimento social de la izquierda ha fracasado. Causó grandes daños en la vida de las personas, y es una de las causas de la desindustrialización. Hizo a Europa débil e indefensa. Hasta ahora, la democracia cristiana no ha contrarrestado estos hechos con suficiente fuerza, de hecho, en parte, ha cooperado en el experimento. Espero que estos tiempos hayan terminado, porque el fracaso del experimento es ahora evidente para todos. Gracias a Dios, la gente es fuerte y resiste.
Si cada uno asumiera ahora su responsabilidad a nivel personal, las cosas se podrían arreglar. Gracias a Dios, la chispa de la verdad no puede extinguirse del corazón de la gente. Después de tres generaciones de adoctrinamiento soviético, las personas que salieron del comunismo lo hicieron sabiendo que eso no era lo correcto. ¡Y mira ahora! El siglo XX es el siglo del estallido del gran mal, pero también es el siglo en el que se superó ese gran mal.
–Bruselas está dando pasos de gigante para crear unos Estados Unidos de Europa, un superestado europeo más parecido a la URSS, según señalan algunos eurodiputados. ¿Cree que esto es factible en un momento en que la gente exige cada vez más libertad?
–No estoy de acuerdo con en el enfoque de esta pregunta. En primer lugar, la Unión Europea ya es un superestado. En intención, con razón: muchos países pequeños en un área geográfica reducida necesitan obviamente cooperar. El problema empieza con los intentos de ingeniería social que van mucho más allá de las ideas de los padres fundadores. Como ocurre siempre, corresponde al pueblo llenar las estructuras existentes con políticas de gran calado. Pero la gente necesita controles y equilibrios y estos son débiles en la UE debido a la perjudicial ausencia de un lugar público común.
Gracias a Dios, la chispa de la verdad no puede extinguirse del corazón de la gente
En cuanto a la URSS, su problema no era la estructura organizativa, sino más bien una ideología inhumana y antinatural impuesta al pueblo en una dictadura brutal, algo que no se puede comparar con la actual Unión Europea. Si se hubieran llevado a cabo juicios históricos al comunismo como se hizo con el nazismo, tal vez hoy sería menos atractivo para parte de la población.
–Entonces, ¿qué cree que debería defender la UE?
–La civilización occidental está construida sobre tres colinas: el Areópago de Atenas, para la construcción del Estado y la democracia; el Capitolio de Roma, para el Estado de derecho y el Derecho romano; y el Gólgota de Jerusalén, para la imagen judeocristiana de la persona humana. Para que seamos fuertes como continente, esta identidad debe defenderse en todos los ámbitos de la política, desde la gestión de la inmigración hasta la política familiar.
Cuando Solschenitzyn abandonó la Unión Soviética dijo: «Dejad de mentir y el comunismo caerá». Hoy tenemos que decir lo mismo, especialmente en política: Permanezcan en la sala, dejen de mentir y, por favor, sean un poco menos voluntariamente ambiguos.
Jordan Peterson dice: di la verdad y «será la aventura de tu vida». Puede que al principio sea difícil, pero luego se convertirá en un hábito apasionante... y cambiará el mundo. Entonces, la gente verá de mejor manera una historia unificadora y un futuro de abundancia y oportunidades. Entonces, juntos, encontraremos soluciones prácticas para los retos de nuestro tiempo. De eso trata ARC.