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Inmigrantes participan en una caravana hacia la frontera con Estados Unidos en Tapachula, estado de Chiapas, MéxicoAFP

Estados Unidos presiona a México para solucionar una crisis migratoria sin precedentes

El mes de diciembre está registrando cifras históricas de personas que buscan entrar ilegalmente al país norteamericano por la frontera sur

La llegada de miles de inmigrantes procedentes de México cada día coloca bajo presión a los estados y a la policía federal de fronteras de Estados Unidos, una crisis que expone a la Administración del demócrata Joe Biden a fuertes ataques de sus adversarios republicanos.

Por ello, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se vio obligado a realizar un viaje de emergencia, coincidiendo con las fiestas navideñas, hasta México para encontrarse con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien se reunió durante más de dos horas con el alto diplomático estadounidense y otros altos funcionarios, incluido el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

El viaje de un día se anunció abruptamente la semana pasada después de que Biden hablara directamente por teléfono con su homólogo López Obrador. Tras la reunión de ayer, el mandatario mexicano declaró, en su cuenta de X, antes Twitter, que «se lograron importantes acuerdos en beneficios», subrayando que «ahora más que nunca es indispensable la política de buena vecindad», sin dar más detalles.

Por su parte, un alto funcionario de la Administración Biden reveló, según recoge la agencia de noticias France Press, que los líderes mexicanos informaron a la delegación estadounidense sobre las nuevas medidas que están tomando, incluida la lucha contra los traficantes de inmigrantes que los suben en autobuses o trenes hacia la frontera.

«Quedamos realmente impresionados por algunas de las nuevas acciones que está tomando México, y hemos visto en los últimos días una reducción bastante significativa en los cruces fronterizos», declaró el funcionario a los periodistas, bajo la habitual condición de anonimato, ya en el avión de Blinken de regreso a Washington.

El funcionario, sin embargo, confesó que el Gobierno de Estados Unidos es consciente de que no debe «nunca sacar conclusiones basadas en las fluctuaciones diarias» del número de inmigrantes y aseguró que los países permanecerían en estrecho contacto en 2024, un año electoral en ambas naciones.

El número de personas que buscan ingresar a Estados Unidos sin autorización se ha disparado este mes a alrededor de 10.000 por día, casi el doble que antes de la pandemia.

Pocos de los inmigrantes son mexicanos, la mayoría desde hace muchos años son originarios de Centroamérica, devastada por la pobreza extrema, la violencia desenfrenada y la mala cosecha, empeorada por el cambio climático.

También ha habido un aumento en los inmigrantes procedentes de Haití, azotado por la violencia de las pandillas y la falta de un gobierno que funcione, y Venezuela, donde los productos básicos han escaseado después de años de caos económico.

El mes de diciembre está registrando cifras históricas de personas que buscan entrar a Estados Unidos por la frontera mexicana, donde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés) confirmó el martes la llegada de más de 2,2 millones de inmigrantes de enero a noviembre.

Además, sucede durante el avance de una caravana de inmigrante que partió en Nochebuena con casi 10.000 personas como la más numerosa del año.