Entrevista Nidal Foqaha, director de la Coalición Palestina por la Paz
«Tras la guerra en Gaza habrá un contexto político para una solución de dos Estados»
El ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre y la guerra que lleva a cabo este país contra el grupo islamista en la Franja de Gaza han supuesto un mazazo para los campos de la paz en ambos pueblos, que, pese a las cotas de violencia inéditas, siguen apostando por el diálogo como único medio para un arreglo de paz definitivo.
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Nidal Foqaha es director general de la Coalición Palestina por la Paz (PPC, por sus siglas en inglés), organización que trabaja en la resolución del conflicto palestino-israelí a través de medios no violentos. En entrevista con El Debate desde Ramala, consideró «cada situación de crisis como una oportunidad» y resaltó el consenso existente entre estadounidenses y europeos en «retornar inmediatamente a una solución de dos Estados» tras la guerra, fórmula en la que cree, será fundamental el apoyo regional.
–¿Cómo le ha afectado en lo personal la situación a partir del 7 de octubre y la guerra en Gaza?
–Personalmente, me he sentido afectado directamente por esta guerra y por la escalada violenta aquí en Cisjordania. El desplazamiento entre lugares es peligroso. La violencia de los colonos (judíos) hacia los palestinos ha aumentado. La política del Gobierno israelí es darle más armas, lo que implica mayor riesgo y amenazas.
El Ejército israelí está llevando a cabo más incursiones de forma regular en diferentes comunidades cisjordanas: Nablus, Tubas, Jenín, Tulkarem y sus campos de refugiados. Se ha convertido en algo diario, incluso en Ramala. Hoy hablamos de más de 300 palestinos muertos como resultado de estas incursiones que destruyen por completo las infraestructuras. También es la primera vez que se emplean drones con misiles para matar a palestinos en Cisjordania.
–¿Cómo afecta esta situación a aquellos que aún creen en una solución de dos Estados?
–En cada situación de crisis hay una oportunidad. Hoy cada vez se escuchan más referencias a la solución de dos Estados, principalmente por parte de actores internacionales y regionales. No olvidemos que este enfoque para lograr un acuerdo final para el conflicto entre israelíes y palestinos ha sido un consenso generalizado internacionalmente y una propuesta que en su día fue aceptada por los palestinos (la Organización para la Liberación de Palestina, OLP) en 1988.
En los últimos años la solución de dos Estados había desaparecido gradualmente de la escena internacional. El 7 de octubre ha sido una llamada de atención dura para todos: israelíes, palestinos y actores internacionales que han ignorado por completo el conflicto y dejado de impulsar la implementación de una solución de dos Estados o no han invertido lo suficiente en ella.
Necesitamos una fuerte voluntad política. El presidente (Joe) Biden y el representante de Política Exterior de la UE (Josep Borrell) han subrayado la necesidad de retornar a la solución de dos Estados de inmediato, en cuanto acabe esta guerra.
Asumimos que el día de después habrá un contexto político y este debe estar únicamente basado en esta solución. Palestinos, israelíes y todo el mundo debemos ir hacia ello para evitar despertar en uno, cinco o diez años con otro 7 de octubre.
–El apoyo a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) cada vez es menor. ¿Ve alguna salida?
–Los palestinos, como cualquier nación en el mundo deben elegir a sus líderes, sentir que ese liderazgo es fuertemente relevante, que los representa y ha sido elegido por ellos. La última vez que tuvimos elecciones fue en 2006, hoy tenemos una generación entera de palestinos muy activos en las calles, que nunca han ejercido este derecho y para ellos el actual liderazgo es menos relevante. Esto debe ser una necesidad interna palestina y no sólo impuesta por actores internacionales.
Se requiere un cambio integral y esto solo puede llevarse a cabo a través de comicios generales y presidenciales para elegir a los representantes del Parlamento, a un nuevo presidente y un Consejo Nacional de la OLP.
–Pero Hamás no forma parte de la OLP, recientes encuestas apuntan a que si se celebraran elecciones ganaría en Gaza, Cisjordania y en todos los territorios palestinos.
–Durante la guerra no es el momento adecuado para testar la opinión pública y sacar conclusiones.
Estamos en una situación en la que tenemos que hacer un profundo análisis interno y debe ser responsabilidad de la OLP y de Hamás. Está la cuestión de la división interna palestina, del futuro y la responsabilidad sobre la Franja de Gaza. Desde mi punto de vista, la ANP nunca dejó Gaza, incluso si Hamás ha sido el que ha gobernado en la Franja. No ha tenido a sus propias fuerzas, pero en otros ámbitos como el educativo (ha seguido pagando a los distintos sectores públicos), sanitario, saneamiento, exportaciones, ha seguido regulando todo el tiempo.
–Hamás ganó las últimas legislativas y sigue teniendo gran respaldo, no sólo por la actual situación. ¿Cuál es su valoración?
–Antes del 7 de octubre Hamás no tenía un gran apoyo en las encuestas, pero los palestinos somos emocionales. La ANP no tiene la estrategia de luchar contra Israel y algunas personas cuando ven la violencia que emplean los colonos automáticamente censuran por qué no combate y en base a eso emiten juicios.
Debemos hacernos la pregunta de si queremos que ciudades palestinas como Nablus, Ramala sean como Gaza. La Autoridad Palestina hoy en día es menos popular y puedo entender a la gente, pero comprendo completamente la posición de la ANP.
Esperemos al fin de la guerra. La gente despertará, mirará a su alrededor y verá los logros y las pérdidas que han sufrido.
–¿Mantiene contacto con sus homólogos israelíes?, ¿cómo está afectando la actual situación a iniciativas de la sociedad civil a favor de la paz?
–Tenemos conversaciones a diario y también con organizaciones y creadores de opinión para ver de qué manera podemos trabajar. Somos realistas, sabemos que la guerra terminará y no hay otra solución a este conflicto que regresar al diálogo. Este conflicto no tiene una solución militar sino política.
No hay otra solución a este conflicto que regresar al diálogoDirector de la Coalición Palestina por la Paz
Incluso cuando hablamos de Hamás, Israel puede ocupar toda Gaza pero eso no significa que pueda erradicar a Hamás y eso es lo que tratamos de explicar a estadounidenses, europeos e israelíes. Hablamos de una ideología profundamente arraigada entre ciertos palestinos, árabes y musulmanes. Puedes encontrarla en España, en Bélgica, EE.UU., no puedes combatirla en todas partes. El único remedio a este fenómeno es un acuerdo de paz.
–¿Puede existir una solución regional?
–El papel regional es muy importante, lo vemos ahora en la atención que presta Israel a las posiciones de determinados actores árabes. Les preocupan más los Emiratos Árabes Unidos, Egipto o Jordania que cualquier otro país.
Pero también esos países tienen unas relaciones muy fuertes con los palestinos y para ellos la cuestión de Palestina es un asunto propio. Por primera vez somos testigos de la constitución de un Comité Ministerial Árabe y Musulmán que está asumiendo la responsabilidad de promover un alto el fuego.
En el futuro los actores regionales definitivamente tendrán un papel visible y fuerte el día de después de la guerra en Gaza. Cualquier autoridad o entidad palestina a cargo de Cisjordania y Gaza debe estar fuertemente empoderada por los actores regionales. Me refiero a Arabia Saudí, Jordania, Egipto, EAU, Qatar y otros países árabes.
Cualquier acercamiento político es mejor que esté respaldado regionalmente que sólo de forma bilateral. Y esto me lleva a cuestionar la forma en que Israel trató de promover la paz con EAU y Baréin. Es inútil mientras no tengas paz con tus enemigos, los palestinos. Mejor ir en la línea de un acuerdo de paz global entre Israel y el mundo árabe basado en la iniciativa de paz que impulsó Arabia Saudí (2002), que considero factible.
–¿Qué se necesita en estos momentos para poder emprender una senda no violenta?
–Lo primero un alto el fuego. Necesitamos mayor compromiso y decisión de EE.UU. Sabemos que el papel de China y Turquía son importantes, pero serán complementarios al de Washington.
La Administración estadounidense desde el primer momento se ha posicionado con Israel. Funcionarios norteamericanos asisten a las deliberaciones del gabinete de guerra israelí. Quien puede desempeñar un papel significativo para acabar con este conflicto es EE.UU., y si quiere, puede presionar para una fórmula impuesta.
–¿Cómo se puede promover una acción no violenta en medio de tanta violencia?
–Es muy difícil hoy en día promover cualquier agenda de paz mientras siga la guerra. Nuestros esfuerzos se basan en la estabilización.
Una vez que la guerra concluya creo que aquellos que han sufrido esta experiencia sabrán lo que significa tener paz. Hablo con la gente en la Franja y no sueñan con estar en guerra eternamente. Gaza se ha convertido en un lugar donde vivir es una misión imposible.
No debemos quedarnos estancados en la gestión del conflicto, esto se ha convertido en algo demasiado costoso, no sólo para palestinos e israelíes, sino para todo el mundo.