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Geert Wilders celebra el resultado conseguido en las elecciones de este miércolesAFP

Países Bajos

Wilders persiste en querer formar Gobierno

Los principales partidos se niegan a negociar con el líder populista, pero este último dispone de la baza de la repetición electoral: las encuestas le aseguran 10 escaños más que en noviembre

Geert Wilders quería formar Gobierno «en dos o tres semanas» después de su victoria electoral el pasado 22 de noviembre. Sin embargo, la complejidad de las negociaciones está asemejando el proceso a los cánones habituales en las últimas décadas en los Países Bajos: entre dos y cuatro meses.

Wilders es consciente de la imposibilidad de que se cumplan sus previsiones iniciales. De ahí que el presidente del Partido por la Libertad (Pvv) haya redoblado sus esfuerzos para convencer al resto de partidos para que faciliten su llegada al poder como líder de la fuerza más votada: «Seré el primer ministro de todos los neerlandeses», dijo, sin ir más lejos, el 13 de diciembre durante un debate parlamentario.

Pero los destinatarios del mensaje conciliador siguen mostrando sus reticencias sobre Wilders. Para Frans Timmermans, exvicepresidente de la Comisión Europea y actual líder del bloque de izquierdas, el político populista es «una amenaza para el Estado de Derecho». Unos temores que se hacen extensivos a Pieter Omtzigt, fundador del Nuevo Contrato Social (centro derecha) y revelación de las elecciones, temeroso de que algunas de las promesas de Wilders amenacen libertades esenciales, como la religiosa. Por lo menos, sigue en la mesa de negociaciones impulsada por Ronald Plasterk, el «informador» designado por el Parlamento para intentar acercar posturas entre las diferentes formaciones.

Plasterk ha presentado un plan en tres etapas para dar salida a la actual situación de bloqueo. En primer lugar, los partidos deben tratar de superar los claros problemas planteados por la plataforma de Wilders, y después alcanzar un compromiso en los principales temas políticos, como la inmigración, Europa y la crisis climática. Por último, los cuatro tendrán que definir la forma del nuevo gobierno: una coalición con mayoría garantizada en la cámara baja, o un gobierno en minoría basado en acuerdos de confianza y concesiones mutuas, como prefiere Dilan Yeşilgöz-Zegerius, líder del liberal Partido por la Libertad y la Democracia (Vvd), y heredera del primer ministro en funciones, Mark Rütte.

De momento, solo el Movimiento Ciudadano Campesino (Bbb) acepta integrar un Ejecutivo presidido por Wilders. Insuficiente para garantizar un mínimo de estabilidad. Mas Wilders dispone de la baza de la repetición electoral: si las elecciones se celebraran ahora, según los sondeos, el Pvv obtendría más del 30 % de los votos y ampliaría su diferencia respecto a sus rivales en 10 escaños más.

La encuesta realizada por Ipsos también mostró que la confianza en Dilan Yeşilgöz-Zegerius, se ha desplomado en menos de un mes, habiendo perdido el apoyo de un 53 % de sus votantes, que procederían del sector más partidario de dar una oportunidad a Wilders.