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La tripulación salvó a los 379 pasajeros del avión de Japan Airlines incendiado en Tokio con un sencillo gesto

Los estrictos entrenamientos de la tripulación de Japan Airlines han evitado una tragedia sin precedentes

Abandonar su equipaje de mano ha sido fundamental para que los 379 pasajeros del vuelo 516 de Japan Airlines siniestrado en el aeropuerto de Haneda de Tokio el martes salvaran la vida.

En caso de accidente aéreo, la reacción natural de los pasajeros podría haber sido llevarse sus objetos de valor. Sin embargo, bien instruidos por la tripulación del avión, ninguno de los cientos de pasajeros trató de llevarse su equipaje.

Más bien al contrario. En medio de la tensión del momento, los tripulantes lograron reducir al máximo el pánico y dirigir lo más ordenadamente posible a los pasajeros hacia las rampas inflables de evacuación de la aeronave.

Los vídeos grabados por los mismos pasajeros con sus teléfonos móviles muestran cómo, a pesar del miedo, los pasajeros mantienen una increíble calma, sentados en sus asientos a la espera de instrucciones de la tripulación, mientras fuera el avión ya se ve rodeado de llamas.

La renuncia al equipaje de mano fue esencial. Permitió ganar unos valiosos minutos que permitió evacuar al 100 % del pasaje instantes antes de que el avión se convirtiera en una infernal bola de fuego.

De no haber sido por esos minutos extra, cientos de personas habrían muerto calcinadas en queroseno en llamas después de que el Airbus A350 colisionara en pista con otro avión, de la Guardia Costera, donde sí se registraron cuatro muertos.

El diario británico The Times señala que el incendio impidió abrir la puerta trasera y central del avión, y dejó inutilizables sus respectivas rampas de evacuación.

Únicamente se podía evacuar por la puerta delantera. A medida que avanzaba el fuego, los pasajeros de la zona trasera temieron lo peor. En declaraciones al diario británico, Satoshi Yamake, de 59 años, narró que «sentimos un fuerte golpe y luego el avión se inclinó hacia un lateral». «Las azafatas nos dijeron que mantuviéramos la calma y nos ordenaron bajar del avión».

«Hacía mucho calor dentro del avión y pensé, sinceramente, que no iba a sobrevivir», reconoció otra pasajera a The Times. «Fue un milagro, podríamos haber muerto todos si tardamos un poco más» en evacuar el avión, señala un tercer pasajero.

Según señaló la BBC, la evacuación ha sido ejemplar, y probablemente se analice en otros aeropuertos y compañías aéreas para mejorar sus protocolos de seguridad y evacuación.

Según la televisión británica, Japan Airlines ha sometido a la tripulación de todos sus vuelos a un riguroso entrenamiento de seguridad para estos casos, además de implementar protocolos de seguridad con los pasajeros, lo que permitió su «buen comportamiento» durante la tarea de evacuación.

«El avión estaba con el morro hacia abajo, lo que significaba que a los pasajeros les resultaba difícil moverse», explicó. Además, por el modo en que se produjo el impacto entre los dos aviones, los toboganes inflables no se desplegaron correctamente.

Sin embargo, «no se vio a ni un solo pasajero en tierra con su equipaje. Si la gente hubiera intentado llevarse su equipaje habría sido muy peligroso».

Una exazafata de Japan Airlines explicó a la BBC que los miembros de la tripulación «pasamos por un examen escrito, discusiones de casos prácticos y entrenamiento en diferentes escenarios, como cuando el avión tiene que aterrizar en el agua o si hay un incendio a bordo».