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Charles Michel celebra su designación como cabeza de lista a las europeas del próximo junioEFE

Bélgica

Michel es elegido cabeza de lista de su partido a las europeas y Reynders buscaría su sitio fuera de Bruselas

Este fin de semana tuvo lugar el congreso de su partido y el comisario de Justicia europeo ni apareció al conocer previamente que el presidente del Consejo era el elegido

El combate para líder las listas europeas del partido liberal belga Movimiento Reformista entre Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Didier Reynders, comisario de Justicia, se ha saldo con victoria del primero por incomparecencia del segundo.

Michel, de 48 años y ex primer ministro de Bélgica, ha adelantado que tiene previsto continuar en su función de presidente del Consejo Europeo hasta el próximo 16 de julio, cuando prestaría juramento como diputado europeo.

Ambos candidatos llegaban con sus respectivos currículos a sus espaldas, pero la victoria del todavía presidente del Consejo ha generado un gran revuelo entre los grupos contrarios a Viktor Orbán en Bruselas ya que queda confirmado que el sucesor a Michel se deberá decidir bajo la presidencia del húngaro, con lo que eso puede significar para todo el bloque de centro-izquierda e izquierda radical.

Si el primer ministro de Hungría recoge el relevo de la presidencia rotatoria del belga De Croo, tendría más de un mes para influir en los otros 26 jefes de Estado con el fin de que se eligiese un presidente del Consejo de una sensibilidad política diferente.

Las respuestas a esta decisión no se han hecho esperar. Manfred Weber, visiblemente molesto, declaraba a Politico que la decisión de Michel «conducirá a una mayor inestabilidad en el Consejo y a una posible transferencia de la toma de decisiones a la presidencia húngara».

La presidencia del Consejo es levemente más larga que la del Parlamento o la Comisión para facilitar las transiciones entre cambios de administración y evitar, así, que la Unión Europea esté un tiempo sin un liderazgo evidente. Ahora, ese proceso, podría estar controlado en parte por Orbán y todo el arco europarlamentario, menos los conservadores del ECR y los identitarios del ID, se llevan las manos a la cabeza.

Así sería el proceso de elección

El partido Movimiento Reformista suele sacar entre dos y tres escaños en las elecciones europeas. Con estos resultados, Charles Michel sería eurodiputado sin lugar a duda. Al dejar su puesto en julio, y haber elecciones en junio, ese mes es el que complica la situación ya que los Veintisiete se verían obligados a repartir los puestos más importantes cuanto antes para evitar que ese vacío pueda ser aprovechado por Hungría cuyo gobierno sigue teniendo la capacidad de veto, al igual que cualquier otro miembro, aunque la elección en estos casos es por mayoría.

Aunque algunas voces han pedido a Michel que renuncie antes de tiempo a su puesto, lo cierto es que legalmente no existe problema alguno para que el belga haga campaña mientras es presidente del Consejo. Esto, en cambio, si es incompatible en el caso de los comisarios -algo que podría haber jugado en contra de Didier Reynders de haber encabezado él la lista-.

Por otro lado están las expectativas que pueda tener el belga, ya que podría incluso postularse como presidente de la Comisión por parte del grupo liberal Renew como sucesor de la alemana Ursula von der Leyen. De ser así, Charles Michel se convertiría en una de las figuras más poderosas de la Unión Europea al haber presidido dos de las tres instituciones europeas.

Renew ha sido por el momento un grupo bisagra y que ha servido para conformar distintos gobiernos. Llegado el momento, y ante la más que evidente pugna entre la izquierda y la derecha parlamentaria, podría cobrar sus cartas muy cara si, tras las elecciones, existe una posibilidad en la izquierda de alejar de los puestos de poder a ECR e ID. En ese caso, Michel tendría vía libre para ser lo que realmente quisiera.

¿Y Reynders?

El comisario de Justicia belga Didier Reynders había ganado enteros en los últimos meses ante sus compañeros por la gestión de la crisis de la ley de amnistía. Por otro lado, dado que la defensa del Estado de derecho es uno de los elementos clave actuales en la Unión Europea, él, como máximo responsable de esa área, se había erigido como paladín de la causa.

Pero, contra todo pronóstico, no se presentó este pasado domingo al congreso de su partido, el mismo que el de Michel. ¿La razón? Se rumorea que conoció de ante mano los resultados y que prefirió no asomarse por allí. De haber sido candidato principal, Reynders posiblemente habría llegado a suceder a Von der Leyen como presidente de la Comisión, pero dado el amplio abanico de posibilidades para su contrincante, ha preferido no arriesgarse.

Según medios de comunicación locales, el actual comisario podría convertirse en el próximo secretario general del Consejo de Europa (no confundir con el Consejo Europeo) con sede en Estrasburgo, muy cerca del Parlamento.