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Charles Michel, presidente del Consejo Europeo

Charles Michel, presidente del Consejo EuropeoVictor J Blanco

El efecto dominó de la salida de Charles Michel del Consejo: incertidumbre y una posible presidencia de Orbán

Los líderes de la UE deben acordar rápidamente un sucesor para Michel, para evitar que Orbán asuma un rol clave en la transición de la UE

La decisión de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, de presentarse candidato en las elecciones al Parlamento Europeo en junio, ha desencadenado un tenso efecto dominó de problemas para la Unión Europea.

Michel, perteneciente a los liberales francófonos del Movimiento Reformador (MR), liderará una lista que, según encuestas, podría obtener entre dos y tres escaños en las elecciones del 6 al 9 de junio en toda la Unión Europea. Esto significa que Michel podría dejar su cargo en el Consejo Europeo en julio, cuatro meses antes de lo previsto.

A pesar de los problemas que genera, la decisión de Michel es legal y se enmarca dentro de las normas de la UE, donde el cargo de presidente del Consejo no es incompatible con participar en una campaña electoral. Fuentes europeas destacan incluso que esta decisión refuerza la legitimidad democrática del papel de Michel y mejora su rendición de cuentas ante los ciudadanos.

Sin embargo, su elección pone en un aprieto a las instituciones, cuyo timing para la selección de la próxima cúpula de la UE a un margen de aproximadamente cinco semanas, entre el 10 de junio y el 15 de julio. Para mayor presión, durante este periodo hay programadas al menos dos cumbres de líderes, los días 17 y 27-28 de junio.

Puerta abierta a Orbán

Uno de los aspectos más preocupantes de esta situación es quién asumirá la presidencia en funciones del Consejo Europeo a partir del 1 de julio.

Según las normas, el primer ministro del país que ocupe la presidencia rotatoria del Consejo de la UE en ese semestre, tomará este rol. Pero para la segunda mitad de 2024, este país es Hungría, liderada por Viktor Orbán, quien mantiene una relación tensa con Bruselas. El líder húngaro no deja de protagonizar polémicas, ya que es conocido por su cercanía con Vladímir Putin y por bloquear decisiones como el envío de ayuda financiera a Ucrania.

La posible presidencia de Orbán en el Consejo Europeo genera gran inquietud dentro de la UE, dada su historia de tensiones con Bruselas, especialmente en temas como las violaciones del Estado de derecho en Hungría y las diferencias en la política exterior, particularmente en lo que respecta al apoyo a Ucrania. El Parlamento Europeo ya se preocupa por esta posible transición, temiendo que Orbán pueda tener control temporal del Consejo Europeo en un momento crucial para la UE.

La renuncia anticipada de Michel no solo afecta la presidencia del Consejo Europeo, sino que también pone en juego otras posiciones clave dentro de la estructura institucional de la UE, incluyendo la presidencia de la Comisión Europea y el alto representante de la UE para la Política Exterior. Hasta el momento, Michel no ha confirmado si buscará otros cargos de alto nivel dentro de la UE, una decisión que podría revelarse en el congreso del Partido ALDE a fines de mayo en Estocolmo.

La presión no acaba aquí. Esta decisión, inédita para un presidente en ejercicio del Consejo, genera problemas adicionales para los líderes europeos, quienes suelen tener más tiempo para negociar estos importantes puestos después de las elecciones.

Ahora, deben acordar rápidamente un sucesor para Michel, para evitar que Orbán asuma un rol clave en la transición de la UE durante un periodo especialmente peliagudo en las relaciones entre Hungría y otros miembros de la Unión.

Prisas y urgencia

El anuncio de Michel se produce justo antes del primer congreso y recepción de Año Nuevo de su partido, el MR belga, donde se espera que Georges-Louis Bouchez, presidente del partido, brinde más claridad sobre la estrategia para las próximas elecciones, tanto a nivel de la UE como en las elecciones regionales y nacionales en Bélgica.

Además de los aspectos políticos, la situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de la política europea y el equilibrio de poder dentro de la UE.

La salida anticipada de Michel y la posible asunción de Orbán como presidente en funciones del Consejo Europeo representan un cambio significativo en el panorama político de la Unión. Llevaría a un debate más amplio sobre la dirección y los valores de la Unión Europea, así como sobre la influencia de los diferentes Estados miembros en la toma de decisiones a nivel comunitario.

Frente a este contexto, los líderes de la UE se enfrentan al desafío de navegar con calma por estas aguas turbulentas, asegurando una transición suave y manteniendo la estabilidad y cohesión dentro del bloque. La situación requiere de una diplomacia hábil y de un enfoque equilibrado para abordar los desafíos internos y externos que enfrenta la Unión.

La urgencia con la que la UE debe abordar esta situación subraya la importancia de la gobernanza y la colaboración entre los Estados miembros para asegurar un futuro estable y próspero para el bloque. La respuesta de la UE a estos desarrollos será crucial no solo para la estabilidad interna, sino también para la imagen y el papel de la Unión en el escenario mundial.

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