Rusia vuelve a asustar a Ucrania con nuevos planes de ofensiva masiva inminente
La inteligencia ucraniana cree que Moscú se prepara para reconquistar Jarkov aprovechando la debilidad ucraniana al perder la ayuda occidental
La inteligencia militar ucraniana tiene información sobre los próximos planes de Rusia en Ucrania.
En un momento en el que las fuerzas ucranianas se encuentran en horas bajas tras su fracasada última contraofensiva y con los paquetes de ayuda militar estadounidense y europeo bloqueados, Moscú se prepara para dar un notable zarpazo a Kiev.
Según publicó el británico The Telegraph, Ucrania está haciendo planes de resistencia ante una inminente gran ofensiva rusa en la región de Jarkov que comenzaría en cuestión de días. En concreto, el rotativo británico da la fecha del 15 de enero.
La inteligencia ucraniana tendría evidencias de concentración de armamento, vehículos y tropas en ese punto del frente. En particular, Rusia habría encargado a sus unidades de reservistas Storm Z la tarea de conquistar la región de Jarkov.
El objetivo de Rusia sería dar a Putin una gran victoria de cara a las próximas elecciones presidenciales, en las que el presidente ruso busca la reelección.
Moscú estaría diseñando una ofensiva relámpago para recuperar en pocos días todo el territorio perdido, también en cuestión de días, en la contraofensiva ucraniana de septiembre de 2022.
Las fuerzas rusas llevan semanas preparando el terreno mediante ataques con fuego de artillería y bombardeos con misiles en varias localidades de la región.
Para el alto mando ucraniano, esos ataques son claramente preparativos de cara a una ofensiva a gran escala a corto plazo.
Los primeros objetivos de esa ofensiva relámpago serían las ciudades de Kreminna y Lyman, que Ucrania reconquistó tras la contraofensiva de septiembre de 2022, con una primera parada en la ciudad de Kupiansk para establecer una cabeza de puente.
El jefe de las fuerzas terrestres ucranianas, coronel Oleksandr Syrskyi, advirtió que las fuerzas rusas ya están concentrando efectivos para preparar un gran asalto sobre Lyman.
Las fuerzas de Moscú no quieren largos asedios como el de Bajmut que causen una carnicería en sus tropas. Quieren un avance limpio y espectacular aprovechando la debilidad de una artillería ucraniana que padece una grave escasez de municiones.
Según el Telegraph, Rusia está trasladando a la zona recursos procedentes de otros puntos del frente, con la confianza de que Ucrania no será capaz de emprender nuevos intentos de asalto a las líneas rusas.
Carros de combate, blindados, artillería, y fuerza aérea se estaría concentrando junto a Jarkov para dar cobertura a los Storm Z rusos.
A pesar de su debilidad, el alto mando ucraniano confía en sus capacidades de resistencia. Desde septiembre de 2022, Ucrania ha fortificado la línea del frente en Jarkov con trincheras y fortificaciones.
Los planes rusos no han cogido a Kiev con el pie cambiado. El alto mando ucraniano llevaba tiempo esperando un intento ruso de avanzar en esa zona.
Sin embargo, en este momento, poco puede hacer el Ejército ruso si las amenazas de gran acometida se cumplen el 15 de enero.
Según el Institute for the Study of War (ISW), las fuerzas ucranianas tratan de adaptarse a la escasez de municiones y reorganizarse en el campo de batalla.
Rusia también sigue adquiriendo armamento en Corea del Norte e Irán. De hecho, los misiles empleados en los últimos bombardeos contra ciudades ucranianas eran de origen norcoreano.
Kiev cuenta también con la desventaja de su atraso en guerra electrónica, sector en el que no se puso al día durante los meses en los que contó con la iniciativa.
Para compensar la falta de municiones para la artillería, Ucrania está priorizando las acciones con drones, una estrategia que se ha mostrado eficaz para sembrar el terror en las trincheras rusas, torpedear las líneas de suministro y desmoralizar al enemigo, pero del todo insuficiente para ganar la guerra.
Ucrania necesita ayuda militar de forma urgente. Su cuenta atrás ya está en números negativos y, pase lo que pase en las negociaciones en el Senado de Estados Unidos, las fuerzas ucranianas están al albur de las capacidades rusas para lanzar una gran ofensiva.