Polonia
Multitudinaria manifestación contra las medidas autoritarias de Tusk mientras Bruselas mira para otro lado
El nuevo primer ministro se ha saltado la Constitución del país varias veces en las pocas semanas que lleva al frente del nuevo Ejecutivo
Decenas de miles de polacos se han concentrado este jueves por la tarde en Varsovia para condenar el arresto de políticos y el control de medios de comunicación, dos de las medidas anticonstitucionales llevadas a cabo por el nuevo Ejecutivo del popular, Donald Tusk. Más de 100 autobuses han llegado de todos los puntos del país.
Tusk se ha saltado la Constitución del país varias veces en las pocas semanas que lleva al frente del nuevo Ejecutivo. La gota que ha colmado el vaso ha sido la encarcelación de dos diputados opositores, revocar sus mandatos e ignorar los indultos aprobados por el Tribunal Constitucional.
Un mes después de asumir el poder, el nuevo gobierno formado por una coalición de populares, socialistas, verdes y liberales no ha presentado ninguna propuesta económica significativa. En cambio, ha basado toda su estrategia en atacar a la oposición como nunca se había visto desde que Polonia volvió a la senda de la democracia tras la caída de la Unión Soviética.
«La situación es muy grave», señala el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé en declaraciones a El Debate, «El presidente de la república fue retenido por la policía por orden de Tusk y se detuvo a un exministro alegando un delito respecto del cual ya ha sido indultado legalmente por el Tribunal Constitucional en 2015».
El gobierno polaco tomó al asalto por la policía varias emisoras públicas de radio y televisión en contra del veredicto de los tribunales. En Polonia los entes públicos están protegidos por una ley independiente que lo que intenta evitar, precisamente, es la injerencia política. Tusk ha arramplado con todo.
«Lo que está pasando en Polonia es un golpe de Estado porque es un ataque al orden constitucional del Estado», apunta Jacek Saryusz-Wolski, eurodiputado polaco del partido Libertad y Justicia (PiS) a El Debate.
Además, ha creado varias comisiones de investigación ex profeso para condenar a más miembros del gobierno anterior, ha anunciado la cancelación de importantes inversiones en infraestructuras y ha dado por eliminada una de las salas del Tribunal Constitucional. ¿La excusa? «Resucitar» la democracia.
En el partido Libertad y Justicia están muy preocupados porque ven que esto es solo el principio de una cacería de brujas. «Piensan que es una estrategia para provocar un enfrentamiento con el fin de legitimar una respuesta aún peor», explica Buxadé, quien junto al también eurodiputado de Vox Hermann Tertsch han acudido a la capital como muestra de apoyo a sus socios de grupo en la Eurocámara.
«Nuestra postura es abierto apoyo a Ley y Justicia y toda la oposición polaca, en defensa de la Constitución polaca que ha sido vulnerada en varios artículos», apunta.
Bruselas, en silencio
La Comisión Europea, tan preocupada por el Estado de derecho y el respeto al orden constitucional en Polonia cuando había un gobierno conservador, ahora calla ante los atropellos que está llevando a cabo el nuevo bloque de izquierdas.
Hipócritamente, en rueda de prensa, Bruselas ha apuntado que «no comenta temas de índole nacional» -al igual que dijo con el caso de España y la ley de amnistía-, pero sí lo hizo con Polonia y Hungría en su momento. Ahora que Tusk, expresidente del Consejo Europeo, está en el poder se debe evitar condenar los hechos.
«Lo que está haciendo Tusk ahora es la continuación de los ataques de Bruselas a los propios órganos constitucionales del Estado», desarrolla Saryusz-Wolski, «este movimiento se tiene que enmarcar dentro de un proceso mayor».
El eurodiputado polaco no espera nada de la Unión Europea ya que «su rol es de apoyo a lo que está pasando» y se lamenta de que «las fuerzas conservadoras por ahora son minoritarias» como para que se acepten sus propuestas de debate por la situación del país.
El Parlamento Europeo se reúne la semana que viene en Estrasburgo y está planificado de nuevo un debate sobre la situación en Hungría pero no aparece nada de Polonia. Tusk es parte de la élite de Bruselas y el EPP le cubre las espaldas. El presidente del grupo, el alemán Manfred Weber, no solo no ha condenado los hechos, sino que apoya a su compañero de partido.
Saryusz-Wolski coincide con Buxadé en cuanto a las intenciones del Ejecutivo: «me temo que está buscando escalar para provocar a la oposición». «No creo que por el momento esto dañe la imagen del gobierno o provoque algún cambio», dice.