Elecciones presidenciales
Taiwán decide entre dos potencias y un futuro propio
Tres hombres compiten para conseguir un objetivo común sagrado para todos: mantener la paz y evitar que Taiwán sea invadida por China
Este sábado 13 de enero, los ciudadanos de Taiwán, una isla con una población de 23,5 millones de habitantes, están a punto de participar en unas elecciones presidenciales de importancia trascendental.
De estos, aproximadamente 19,5 millones son elegibles para ejercer su derecho al voto, y las decisiones que tomen en las urnas tendrán un impacto significativo en el futuro político y económico del país.
Con la actual presidenta, Tsai Ing-wen, cumpliendo su segundo y último mandato, se presenta un escenario político incierto, con dos figuras prominentes y un candidato sorpresa que ha emergido como una opción intermedia. El panorama electoral ofrece perspectivas y propuestas que reflejan las aspiraciones y visiones de la sociedad taiwanesa.
Los candidatos y sus posturas
El favorito en la contienda es Lai Ching-te, o William Lai, miembro del actual partido gobernante, el Partido Progresista Democrático (DPP).
Lai, que actualmente ostenta el cargo de vicepresidente bajo la administración de Tsai Ing-wen, representa la continuidad de las políticas del DPP.
Este partido aboga por fortalecer las relaciones internacionales de Taiwán, en especial con Estados Unidos, considerándolas cruciales para mantener la estabilidad y autonomía de la isla.
En el extremo opuesto, se encuentra el carismático Hou You-yi, candidato de la principal oposición, el conservador Kuomintang (KMT).
Con una carrera previa como oficial de policía y un exitoso mandato como alcalde de Nueva Taipei, Hou busca atraer a un amplio espectro de votantes.
El KMT propone incrementar los lazos económicos y fomentar el diálogo con China como un medio para preservar la paz en la región. Sin embargo, la posición exacta de Hou respecto a la independencia de Taiwán aún genera incertidumbre entre los votantes.
La verdadera sorpresa en la contienda es Kowen Je, un cirujano de 64 años que ha irrumpido en la escena política taiwanesa como una opción intermedia.
Este «candidato accidental», como él mismo se autodenomina, ha captado la atención de los votantes jóvenes al presentar una postura equilibrada frente a las tensiones actuales.
Su enfoque pragmático, respaldado por su experiencia en la medicina y la gestión, le ha valido el reconocimiento como un candidato capaz de aportar estabilidad y experiencia a la presidencia.
Tres hombres de similar edad –rondan los 65 años– cada uno con un enfoque distinto para conseguir un objetivo común sagrado para todos: que se mantenga la paz y Taiwán no sea invadida por China.
La relación con China
Uno de los temas cruciales en esta elección es la relación con la República Popular China (RPC). Mientras el DPP aboga por la autonomía y la separación de China, el KMT propone estrechar vínculos económicos y fomentar el diálogo como estrategia para preservar la paz.
En medio de estas posturas polarizadas, Kowen Je se presenta como una opción intermedia, subrayando la importancia de mantener un delicado equilibrio en las relaciones con China para salvaguardar la paz y la estabilidad en la región.
El denominado Consenso de 1992, ha sido un pilar en las relaciones entre China y Taiwán. Este acuerdo reconoce la existencia de «un país, dos sistemas,» donde tanto la China continental como la isla de Taiwán pertenecen a la misma China, pero cada una se organiza política y económicamente de manera distinta.
Aunque este acuerdo ha persistido hasta ahora, los candidatos se enfrentan a la tarea de abordar las complejidades de la relación y decidir si es necesario mantenerlo o revisarlo.
El rol estratégico de Taiwán
Taiwán desempeña un papel crucial en la economía global, produciendo más del 50 % del mercado mundial de semiconductores. Esta posición estratégica ha llevado a China a observar con gran interés a Taiwán, especialmente en medio de la crisis global de los microchips.
Estas elecciones en Taiwán trascienden las fronteras de un simple proceso democrático en una pequeña isla
En este contexto, Estados Unidos, en su continua rivalidad con la RPC, sigue atentamente las elecciones en Taiwán.
La orientación política que se decida el sábado tendrá consecuencias directas en las dinámicas geopolíticas entre estas dos potencias mundiales.
Las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán; China y Taiwán; y China y Estados Unidos, podrían depender en gran medida de los resultados electorales de esta semana.
Perspectivas futuras
En conclusión, estas elecciones en Taiwán trascienden las fronteras de un simple proceso democrático en una pequeña isla.
En medio de las tensiones geopolíticas entre las dos potencias mundiales, Estados Unidos y China, la isla se encuentra en el epicentro de un escenario político complejo.
La elección del próximo presidente no solo determinará el destino de Taiwán, sino que también ejercerá una influencia significativa en el equilibrio de poder en la región y en las relaciones internacionales.
La comunidad internacional observa con interés mientras los ciudadanos de Taiwán se preparan para tomar una decisión trascendental sobre el futuro de su nación.
La diversidad de candidatos y sus posturas refleja la riqueza y complejidad de la sociedad taiwanesa, que busca encontrar un equilibrio entre la autonomía, la estabilidad y las relaciones internacionales en un contexto geopolítico desafiante.
Con el mundo observando atentamente, Taiwán se encamina hacia un nuevo capítulo que marcará el destino de la isla en los próximos años.
- Eva Perea es profesora de Empresa y Economía de la Universitat Abat Oliba CEU