Conflicto Israel-Hamás
Borrell culpa a Israel de que Palestina nunca se haya constituido como Estado independiente
El jefe de la diplomacia culpa en particular a Benjamin Netanyahu en su nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid
Josep Borrell se ha pronunciado de nuevo sobre el conflicto entre Israel y Hamás durante el discurso tras ser nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid. El Alto representante para la política exterior de la Unión Europea ha señalado a Israel, y en concreto a Benjamin Netanyahu, de que no se haya constituido un Estado palestino en los últimos 30 años.
Borrell denunció que, en su intento por obstaculizar la creación de un Estado palestino, Israel no solo contribuyó a la formación del grupo terrorista Hamás, sino que también lo financió con el propósito de debilitar a la Autoridad Palestina en manos de Al-Fatah.
En su intervención, Borrell abogó por el reconocimiento del Estado palestino, una propuesta que lleva sobre la mesa desde los Acuerdos de Oslo de septiembre de 1993 firmados por Mahmoud Abbas por la parte palestina, Simon Peres por Israel, el secretario de Estado de EE.UU. Warren Christopher y el canciller ruso Andrei Kozyrev. Estos acuerdos fueron uno de los grandes logros de la presidencia demócrata de Bill Clinton.
El jefe de la diplomacia europea lamentó la falta de avances en las últimas tres décadas, a pesar del apoyo global a dicha solución. No dudó en culpar a Israel y, en especial, al gobierno israelí de Benjamin Netanyahu, quien, según Borrell, personalmente ha boicoteado la solución todo este tiempo.
El diplomático europeo subrayó que la creación misma del Estado de Israel fue un intento por parte de Israel de evitar la consecución del Estado palestino. Borrell señaló que Hamás fue financiada por el gobierno israelí con el objetivo de debilitar a la Autoridad Palestina encabezada por Al-Fatah. «Sí, Hamás ha sido financiada por el gobierno de Israel para intentar debilitar a la Autoridad Palestina», dijo.
Frente a esta situación, Borrell defendió la imposición externa de una solución de dos estados para lograr la paz en la región. Advirtió sobre la persistencia de una espiral de odio y violencia generacional si no se toman medidas contundentes para intervenir en la actual situación en Gaza.
Seguidamente, comparó las razones territoriales tanto del enfrentamiento palestino-israelí como del conflicto actual en Ucrania. Enfatizó la importancia de abordar la cuestión territorial y destacó que, aunque diferentes, ambos conflictos tienen este aspecto en común. En el caso del primero, «enfrenta a dos pueblos que tienen los mismos derechos legítimos a vivir en la misma tierra».
Borrell expresó su preocupación por la incapacidad de Rusia para definirse como una federación de naciones y la visión imperialista que persiste, considerándola «una amenaza para sus vecinos y para Europa». Concluyó que el sistema político ruso seguirá siendo «autoritario, nacionalista y, por desgracia, violento» hasta que se resuelva la cuestión de su «identidad política».