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El secretario general de la ONU, António GuterresAFP

Guterres también culpa a Israel de envalentonar a los extremistas por bloquear el Estado palestino

Aumenta la presión internacional sobre Israel para que ceda y acepte un Estado palestino como solución mágica al conflicto palestino-israelí

Arrecia la ofensiva en organismos internacionales para forzar a Israel la creación de un Estado palestino que es inviable en las circunstancias actuales.

Si ayer fue el responsable de la política exterior europea, Josep Borrell, quien culpó a Israel de que nunca se haya creado un Estado palestino independiente, hoy ha sido el secretario general de la ONU, António Guterres, el que ha definido de «inaceptable» la negativa del gobierno israelí de acepta un Estado palestino.

«La negativa a aceptar la solución de dos Estados para los israelíes y los palestinos y la negación del derecho a un Estado para el pueblo palestino es inaceptable», señaló Guterres durante la clausura de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países No Alineados, celebrada en Kampala.

Según Guterres, el no reconocimiento del Estado palestino «prolongaría indefinidamente un conflicto que se ha convertido en una importante amenaza para la paz y la seguridad globales, exacerbaría la polarización y envalentonaría a los extremistas en todas partes».

En sus declaraciones del viernes durante su proclamación como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid, Borrell aseguró incluso que Israel había financiado la creación del grupo terrorista Hamás para imposibilitar la creación del Estado palestino por parte de la Autoridad Nacional Palestina.

«Sí, Hamás ha sido financiada por el gobierno de Israel para intentar debilitar a la Autoridad Palestina», declaró Borrell.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden –principal apoyo de Israel en su guerra contra Hamás, a pesar de las diferencias del presidente estadounidense con el primer ministro israelí Benajmín Netanyahu–, también defendió la creación de un Estado palestino como solución para el conflicto israelí.

Netanyahu, sin embargo, rechazó claramente la creación de un Estado palestino tras la guerra, y se mostró partidario de buscar un modo de gobierno que implique a las diferentes facciones palestinas, sin milicias armadas y con la seguridad en manos del Ejército israelí.

Hamás, que defiende la aniquilación total de Israel y la creación de un único Estado palestino que englobe la totalidad del territorio israelí, rechazó las palabras de Biden.

Izzat al Rishq, un alto cargo de la organización terrorista palestina, afirmó que «Biden es un socio pleno (de Israel) en la guerra genocida y nuestro pueblo no espera nada bueno de él».