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El cofundador de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, Mario MarazzitiEFE

Alabama aprueba la primera ejecución con nitrógeno, un método que rechazan hasta los veterinarios

La ejecución está prevista para el jueves. El abogado de reo intentará paralizarla hasta el último minuto

Los problemas que se está encontrando el sistema penitenciario estadounidense para acceder a los fármacos necesarios para aplicar las penas de muerte por medio de la inyección letal, ha llevado al Estado de Alabama a acudir a la ejecución por medio de nitrógeno.

Este jueves está programada la primera ejecución mediante este método, lo que ha valido una retahíla de críticas internacionales y el desarrollo de una batalla legal.

Los abogados de Kenneth Eugene Smith, de 58 años, condenado a muerte hace 30 años por asesinar a una mujer en 1988 a cambio de dinero, denuncian que el Estado de Alabama pretende emplear a su cliente como «conejillo de indias» antes de establecer la ejecución con nitrógeno de manera generalizada a todos los condenados a muerte en el Estado.

Según el cofundador de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, Mario Marazziti, se trata de un método empleado para sacrificar cerdos, y que se ha dejado de emplear por el gran sufrimiento que provocaba a los animales, lo que llevó a los veterinarios a rechazarlo.

Si finalmente se aplica, será la primera vez que un condenado a muerte es ejecutado por asfixia con gas nitrógeno, un método nunca empleado hasta ahora.

A medida que la fecha se acerca han ido aumentando las voces a nivel internacional que reclaman a las autoridades estadounidenses que intervengan antes de que sea demasiado tarde.

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, dijo estar «seriamente preocupada» por el nuevo método y pidió al estado de Alabama «que detenga la ejecución de Smith (...) y que se abstenga de llevar a cabo otras ejecuciones de este tipo».

Amnistía Internacional, por su parte, advirtió de que «este nuevo método no probado podría ser extremadamente doloroso» para el preso, «violando así los tratados internacionales de derechos humanos que Estados Unidos ha ratificado».

El estado de Alabama, que lleva años trabajando en un protocolo para matar con esta nueva técnica de asfixia por nitrógeno, ha defendido ante los tribunales que se trata «del método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre».

A los reos se les pondrá una mascarilla que sustituirá el oxígeno por el gas nitrógeno, en teoría causando la muerte en pocos minutos.

Pero ese argumento no convence a la defensa de Smith, que después de que la semana pasada un juez federal diese luz verde a la ejecución presentó recursos ante el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito y ante el Supremo alegando que su cliente es un conejillo de indias.

Alabama es el primer estado que desarrolla una alternativa a las inyecciones letales –el método mayoritario en las últimas décadas– ante la dificultad que les ha supuesto en los últimos años adquirir los fármacos por la negativa de las farmacéuticas a que sean usados con este propósito.

Además, las complicaciones surgidas en varias ejecuciones –algunas en Alabama– han hecho que se cuestione el método por inhumano y que haya sido objeto de disputas legales durante años.

Smith está en el corredor de la muerte por haber asesinado en 1988 a una mujer, Elizabeth Sennett, por encargo de su marido, Charles Sennett, que pretendía cobrar una indemnización. Smith y un cómplice, John Forrest Parker, recibieron 1.000 dólares cada uno.

Sennett se suicidó una semana después del asesinato, cuando se dio cuenta de que las autoridades le consideraban sospechoso, mientras que Parker también fue condenado a muerte y fue ejecutado en 2010 con una inyección letal.

Alabama intentó ejecutar a Smith en noviembre de 2022, pero el verdugo fue incapaz de introducirle las vías intravenosas. Como parte de un acuerdo posterior, Alabama se comprometió a no volver a intentar matar a Smith con inyección letal.