Bruselas se plantea de nuevo poner obstáculos al grano ucraniano por la presión de los países del Este

Este martes, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europee y comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis, admitió que Bruselas está de nuevo considerando la posibilidad de restringir la cuota de mercado del grano procedente de Ucrania. La presión de los países del Este -los más afectados- parece surgir efecto.

«Estamos estudiando la mejor manera de hacerlo, incluida la posibilidad de contar con salvaguardias no sólo en caso de perturbaciones del mercado de la UE en su conjunto, sino también en caso de perturbaciones en un solo Estado miembro o en unos pocos», explicó el comisario.

Dombrovskis reconoció la desigualdad del impacto regional de las exportaciones agroalimentarias ucranianas en la UE, especialmente afectando a los países vecinos. Estas declaraciones representan un cambio significativo en la posición de Bruselas, que durante gran parte de 2023 denunció enérgicamente las prohibiciones unilaterales impuestas por Polonia y Hungría al grano ucraniano.

Tanto Varsovia como Budapest advirtieron de los riesgos de levantar todo tipo de aranceles y de favorecer los productos ucranianos con motivo de la guerra contra Rusia. Este giro de la Comisión es un nuevo tanto para Viktor Orbán.

Como parte de las extensas medidas tomadas tras la invasión rusa, la UE decidió levantar los aranceles sobre las importaciones ucranianas, incluyendo productos agrícolas, para apoyar la economía devastada por la guerra en Ucrania. A pesar de los avisos, Bruselas miró para otro lado. La llegada repentina de cereales libres de impuestos inundó los mercados de países vecinos, generando la ira de los agricultores locales y provocando represalias gubernamentales.

Esta violencia del Estado, sumada a la presión cada vez mayor sobre el sector primario europeo, ha provocado una serie de protestas de agricultores por todo el continente que no han tardado en tildar gobiernos y medios de comunicación afines como de «ultraderecha».

A pesar de las exenciones temporales permitiendo el tránsito de cuatro productos ucranianos por los países del Este, las prohibiciones nacionales de Polonia, Hungría y Eslovaquia persistieron, incluso después de que la Comisión las considerara ilegales e injustas. La situación escaló con Ucrania presentando una demanda ante la OMC contra los tres Estados. Como puede apreciarse, no existe en la Unión Europea una postura única respecto a Ucrania y las consecuencias de su posible entrada en el grupo.

Este globo no se lo esperaba la Comisión a pocos meses de unas elecciones cruciales para el futuro del continente. Por esa razón, Dombrovskis salió rápidamente para calmar las aguas cuanto antes. Por el momento no ha proporcionado detalles sobre las medidas a tomar, dejando en el aire el margen de acción que tendrán los Estados miembros y la cantidad de productos que podrán prohibir.