Fundado en 1910

Exteriore del Correccional William C. Holman en Atmore, donde se ejecutó a Kenneth SmithEFE

«Se retorció y convulsionó en la camilla»: la larga agonía del primer ejecutado en EE.UU. con nitrógeno

Un testigo presencial asegura que Kenneth Smith murió con un enorme sufrimiento en una agonía que duró más de 20 minutos

A las 20:25, hora local, del jueves en una prisión de Alabama, Estados Unidos, el sentenciado a pena de muerte Kenneth Smith, de 58 años, murió ejecutado tras respirar gas nitrógeno puro por medio de una mascarilla.

Tras 22 minutos de agonía, Smith, condenado por asesinar a una mujer en 1989 a cambio de dinero, y entre violentas convulsiones, murió ahogado.

Kenneth Smith ha sido el primer condenado a muerte ejecutado por este método en Estados Unidos. El argumento esgrimido por las autoridades penitenciarias para recurrir a este método es por motivos humanitarios.

Sin embargo, este argumento ha sido desechado por médicos, que advirtieron de sus peligros y el gran sufrimiento que causa a los ejecutados.

Los veterinarios también advirtieron que el nitrógeno era un método que se empleaba antes para sacrificar cerdos y que se dejó de usar por infligir un sufrimiento innecesario a los animales.

Los críticos acusaron a las autoridades de Alabama de recurrir al nitrógeno como alternativa a la inyección letal ante la falta de los fármacos necesarios por la negativa de las farmacéuticas a ser cómplices de las ejecuciones.

Los abogados de Smith trataron de frenar la ejecución hasta el último minuto con el argumento de que suponía una ejecución cruel y sin precedentes y que estaba prohibido por la Constitución de Estados Unidos.

En contra de las autoridades estatales, que siguen defendiendo que el uso de gas nitrógeno es «el método de ejecución más humano jamás empleado», los periodistas testigos presenciales de la ejecución declararon que Smith tuvo una muerte horrenda.

Deanna Smith, mujer del condenado a muerteEFE

«Smith se retorció y convulsionó en la camilla. Respiraba con fuerza, su cuerpo temblaba con violencia y los ojos se le pusieron en blanco», fue el testimonio del redactor del Montgomery Advertiser, Marty Roney.

Según su narración de los hechos, Smith comenzó a temblar con guerza «cuatro minutos después de que el gas nitrógeno comenzara a fluir por su máscara, que le tapaba toda la cara, en la cámara de la muerte de Alabama».

Durante los minutos siguientes, no dejó de convulsionar entre jadeos, hasta el extremo de mover la camilla con forma cruciforme a la que estaba atado con correas.

Kenneth Smith fue condenado a muerte tras ser considerado culpable del asesinato a sueldo de Elizbeth Sennett, en el condado de Colbert, esposa del reverendo Charles Sennett.

Smith fue contratado por el marido de la víctima con el objetivo de cobrar la póliza del seguro de vida, pues estaba endeudado y al borde de la quiebra, como quedó probado en el juicio.

Charles Sennett nunca llegó a ser juzgado, ya que se suicidó cuando el cerco de los investigadores se cerró sobre él e iba a ser detenido.