Meloni se enfrenta a Hungría después de que una ciudadana italiana fuera llevada encadenada a un tribunal de Budapest
Ilaria Salis, de 39 años, es acusada de una brutal agresión contra un manifestante neonazi y de pertenecer a una organización de extrema izquierda
El gobierno italiano de Giorgia Meloni señaló que las autoridades húngaras fueron «demasiado lejos» al encadenar a una mujer italiana durante una audiencia judicial por presuntamente atacar brutalmente a un neonazi.
Las imágenes de Ilaria Salis, de 39 años, con las manos esposadas y encadenadas y los pies entrelazados mientras estaba sentada en el tribunal, ocuparon las portadas de los principales periódicos italianos, en medio de la creciente indignación por su caso.
La profesora de Monza, cerca de Milán, fue detenida en Budapest en febrero del año pasado tras una contramanifestación contra una movilización de neonazis.
Salis fue acusada de tres cargos de intento de agresión y acusada de formar parte de una violenta organización de extrema izquierda. La mujer italiana niega los cargos, que podrían llevarla a la cárcel hasta por 11 años.
«Esta vez me parece que ha ido demasiado lejos», dijo el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, a la radio RAI.
Tajani dijo que no quería interferir en el sistema de justicia húngaro, pero que «tratar a un prisionero de esa manera realmente parece inapropiado, no está en sintonía con nuestra cultura legal».
El encargado de negocios húngaro fue convocado el martes al Ministerio de Relaciones Exteriores para dar explicaciones, dijo Tajani, y agregó: «Estamos en la Unión Europea y hay derechos de los ciudadanos que deben ser respetados».
El jefe de la diplomacia italiana dijo que había hablado previamente con el ministro de Relaciones Exteriores de Hungría sobre este caso.
Mientras tanto, el embajador italiano en Hungría visitó el martes el Ministerio de Justicia en Budapest después de reunirse con el padre de Salis.
Tajani propuso que Salis fuera puesto bajo arresto domiciliario en lugar de estar encarcelada mientras espera su juicio el próximo 24 de mayo.
«Fue impactante, la arrastraron como a un perro», dijo uno de los abogados de Salis, Eugenio Losco, a la agencia de noticias Ansa. «Fue una locura, y el Estado italiano debe poner fin a esta situación ahora».