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Miles de agricultores protestan en Bruselas con hogueras a las puertas del Parlamento Europeo

Aunque los manifestantes llegaron a derribar una estatua, no hubo gran tensión ni enfrentamientos con la policía

Llevaban avisando días de que la de este jueves sería una gran protesta en el centro de Bruselas. Desde el inicio de la semana ya se veían tractores apostados en las proximidades del Parlamento Europeo, a la espera de tomar la plaza de Luxemburgo, a las puertas de la sede europea.

Un entorno que habitualmente los jueves es un escenario de celebración, ya que se allí se juntan los trabajadores del Parlamento Europeo antes de la llegada del fin de semana, se utilizó esta vez para denunciar la mala situación que vive el campo. Los agricultores sufren, al igual que los pescadores y los ganaderos, y no solo en España, sino también en Francia, en Italia y en muchos otros países de la UE.

Desde primera hora de la mañana se encendieron hogueras e en la plaza, en un intento por combatir el frío de la capital europea y por llamar la atención. Algunos quemaban banderas de la Unión Europea, otros lanzaban huevos y otros trataban de acercarse a los policías que resguardaban la sede del Parlamento, que había sido protegida previamente con concertinas.

No hubo grandes enfrentamientos ni incidentes, salvo el derribo en un momento de la mañana de una estatua dedicada al empresario industrial británico John Cockerill, que impulsó el sector de la siderurgia y del ferrocarril en Bélgica. El ambiente se debatía entre la reivindicación y la fiesta. Mientras unos gritaban consignas en contra de la UE, con banderas y carteles, otros se dedicaban a beber cerveza y charlar en torno a las hogueras. Montaron incluso una mesa con comida y bebida, con música de fondo y el continuo sonido de los cláxones de los tractores que decoraban las principales calles de la ciudad.

Hasta la plaza de Luxemburgo se acercaron algunos representantes políticos. Se vio por allí a Dolors Montserrat y Juan Ignacio Zoido, eurodiputados del Partido Popular, al igual que a Hermann Tertsch (Vox), acompañando al vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo, que aprovechó su visita a Bruselas para acudir al pleno del Comité de las Regiones. «Espero que esto sirva para que las élites de Bruselas rectifiquen su posición. Que empiecen a escuchar las verdaderas necesidades y los problemas reales de nuestros agricultores y ganaderos y que les dejen vivir y trabajar en paz», afirmó.

Todos ellos mostraron su apoyo y su compromiso con los agricultores, que sufren la mala situación del campo y encima es posible que tengan que afrontar un nuevo impuesto en España, como recordó Feijóo este jueves desde Bruselas.

Sobre ello también habló el representante de Asaja en Bruselas, José María Castilla, quien pidió que el Gobierno español les echara una mano, ya que era un «gran día» para solidarizarse con el sector. «Me gustaría que el presidente de España dijera algo, que no ha dicho ni una palabra de lo que pasa con la agricultura y sobre las declaraciones inadmisibles del primer ministro francés que acusó de competencia desleal a España», indicó.

Las reivindicaciones no fueron escuchadas por el presidente del Gobierno, pero sí por algunos de sus socios europeos, que decidieron tratar el asunto en la reunión del Consejo Europeo. No estaba en el orden del día, pero el primer ministro belga lo solicitó al inicio del encuentro junto con los líderes de otros países, conscientes de la necesidad de abordar el tema.