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Yahya Sinwar, uno de los líderes del grupo terrorista HamásTwitter

Las luchas internas entre altos dirigentes de Hamás amenazan con dinamitar las negociaciones con Israel

La propuesta inicial plantea un alto el fuego de seis semanas y el intercambio de los rehenes israelíes por la excarcelación, de un número todavía por determinar, de prisioneros palestinos

La guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás va camino de cumplir los cinco meses y las consecuencias son devastadoras. El enclave palestino se encuentra al borde del colapso, con la mayor parte de su estructura en ruinas por los constantes bombardeos israelíes. Ni Israel ni Hamás han conseguido cumplir sus objetivos y en medio de todos los intereses se encuentran los civiles. Más de 27.000 gazatíes han perdido la vida, en su mayoría mujeres y niños, según datos del Ministerio de Salud en manos de la milicia islamista.

El Estado judío, por su parte, lucha por liberar a los 136 cautivos que Hamás aún mantiene retenidos en el enclave palestino, de los más de 240 que tomó como rehenes durante la masacre del pasado 7 de octubre, donde milicianos de Hamás también mataron a 1.200 israelíes. Para las familias de los secuestrados estos cuatro meses se han sentido como una eternidad y presionan al Ejecutivo de Benjamin Netanyahu para que llegue a un acuerdo con la organización islamista que permita la liberación de sus seres queridos.

Pero, al parecer, tras varias rondas de conversaciones, con Egipto y Qatar como mediadores, las luchas internas entre los líderes de Hamás estarían dificultando las negociaciones para establecer un alto el fuego en la Franja, según ha revelado el medio estadounidense The Wall Street Journal, citando a fuentes familiarizadas con las conversaciones. En este sentido, el líder de Hamás en el enclave, Yahya Sinwar –cerebro del ataque terrorista contra Israel–, estaría a favor de aceptar una pausa en los combates durante seis semanas, mientras que los dirigentes en el exilio, como Ismail Haniya, solo contemplan un alto el fuego permanente.

La propuesta que se está debatiendo actualmente plantea una primera fase con un alto el fuego de casi dos meses y el intercambio de los rehenes israelíes por la excarcelación, de un número todavía por determinar, de prisioneros palestinos. Durante el cese de hostilidades, de siete días de duración, el pasado mes de noviembre se consiguió la liberación de más de 100 rehenes israelíes, en manos de Hamás, a cambio de 240 palestinos detenidos en cárceles israelíes. Tras esta pausa inicial en la ofensiva israelí, los intermediarios –Qatar y Egipto– confían en que se pueda llegar a un alto el fuego permanente.

El buró político de Hamás no se contenta con estas condiciones y ha exigido la liberación de al menos 3.000 presos palestinos, entre los que incluye aquellos que han sido arrestados por las autoridades israelíes tras la masacre del 7 de octubre, a cambio, tan solo, de 36 rehenes israelíes, según han desvelado fuentes oficiales egipcias. La disputa entre Sinwar y Haniya complica las negociaciones de un alto el fuego que tanto esperan los israelíes y los gazatíes. El líder de Hamás en el enclave defiende que un cese de las hostilidades podría contribuir a que sus fuerzas se reagrupen en la Franja. Un argumento que Israel utiliza para negarse a llegar a un acuerdo con la milicia fundamentalista palestina.

Netanyahu reafirmó, ayer, que el acuerdo con Hamás «no se realizará a cualquier precio» y ha asegurado que su objetivo es «una victoria completa» sobre la organización islamista. «Mataremos a los dirigentes de Hamás, por lo tanto, debemos continuar operando en todas las áreas de la Franja de Gaza», aseveró el primer ministro israelí. El mandatario aseguró que el Ejército hebreo ha destruido el 75 % de los batallones de Hamás en Gaza, mientras los combates más feroces se concentrar en Jan Yunis, ciudad al sur del enclave palestino.

Aquí, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron, el domingo, la destrucción del principal cuartel general de la organización islamista, donde además encontraron armamento, un área de entrenamiento, donde supuestamente planearon y entrenaron para los ataques del 7 de octubre, así como la oficina del comandante de la brigada Jan Yunis, Mohamed Sinwar, hermano de Yahya Sinwar.

En paralelo al transcurso de la guerra, los esfuerzos diplomáticos continúan. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, inició ayer su quinta gira por Oriente Medio, desde el inicio de la guerra en Gaza, para acelerar los contactos e implementar una tregua en la Franja. Blinken hizo su primera parada en Arabia Saudí, país en el que se confía la reconstrucción del enclave palestino una vez se ponga fin al conflicto. Las siguientes etapas de la gira llevará al alto diplomático estadounidense a Israel, Egipto, Qatar y los territorios palestinos.