El Senado de EE.UU. rechaza la propuesta de ley sobre inmigración y financiación a Ucrania e Israel
El pacto de restricciones migratorias a cambio de ayuda para Ucrania se hunde en el Senado de Estados Unidos
El pacto de un grupo de senadores demócratas y republicanos con la Casa Blanca para restringir la inmigración ilegal en la frontera sur a cambio de ayuda militar para Ucrania fue rechazado este miércoles en el Senado.
El proyecto de ley, que tardó meses en negociarse y proponía cambios a las leyes de asilo de EE.UU., no consiguió los 60 votos necesarios para pasar a debate.
Las críticas del expresidente Donald Trump al proyecto de ley movilizaron la oposición de la bancada republicana, a pesar de que incluía férreas restricciones a la política fronteriza, algo que los conservadores han pedido durante años.
Solo cuatro republicanos votaron a favor del proyecto, entre ellos James Lankford, el representante de este partido en las negociaciones.
Incluso Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el Senado, dio la espalda a la propuesta.
Por parte de los demócratas, cinco senadores rompieron con la posición de su partido y se posicionaron en contra, citando en declaraciones públicas su rechazo a las restricciones migratorias.
El fracaso de este acuerdo deja a la administración de Biden y a los demócratas en el Congreso luchando una vez más por encontrar alternativas para autorizar el envío de nuevos fondos para Ucrania e Israel, sus prioridades en política exterior.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, indicó ya antes de la votación que buscará presentar hoy mismo un proyecto modificado, que solo incluya la ayuda para Ucrania e Israel, por valor de 95.000 millones de dólares.
Sin embargo, no está claro cómo se conseguirá suficiente apoyo para que esta propuesta avance también en la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana se ha mostrado escéptica a seguir financiando la defensa de Ucrania frente a la invasión rusa.
El resultado de la votación también demuestra el rechazo que cualquier acuerdo con los demócratas para abordar la cuestión migratoria genera entre los congresistas republicanos a puertas de las elecciones generales de noviembre.