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Inmigrantes cruzando la selva del Darién

Inmigrantes cruzando la selva del DariénJuan Carlos Tomasi/MSF

El infierno de cruzar el Darién huyendo de la miseria: «En Venezuela un cartón de huevos cuesta un mes»

Esta ruta se está volviendo cada vez más popular en Sudamérica, pero pocos de los que se adentran en ella conocen realmente la crudeza que supone atravesar el Tapón del Darién

El año 2023 batió todos los récords de inmigración en la frontera con Estados Unidos. 3.000 kilómetros de barrera separan México de la tierra prometida, el sueño americano. Miles de inmigrantes fantasean con cruzar a Estados Unidos, mientras dejan atrás sus países de origen. La mayoría huyen de la miseria, la violencia y la falta de oportunidades. Solo en el mes de diciembre del pasado año, la Patrulla Fronteriza estadounidense detuvo a más de 225.000 personas que pretendían pasar al país de manera ilegal, según datos oficiales.

Este mes de enero que acaba de terminar, el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá ha vuelto a registrar nuevos máximos con la entrada de más de 39.000 inmigrantes. Pero detrás de cada número, hay una impactante historia. Hasta llegar a México, todos ellos han tenido que afrontar un peligroso viaje. En Sudamérica, todas las rutas migratorias pasan por la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá. Poco se conoce de esta etapa del camino, pero el Tapón del Darién es, para muchos, el infierno en la tierra.

La inestabilidad política, la alta criminalidad, la mala situación económica o la falta de oportunidades empujan a miles de personas a realizar una de las rutas más peligrosas del mundo con el único objetivo de llegar a Estados Unidos para construir una mejor vida. La mayor parte de los que cruzan son venezolanos, pero, sorprendentemente, también cruzan africanos o incluso mucha población china, explica a El Debate Iván Muñoz, responsable de Medios de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Inmigrantes cruzando la selva del Darién

Inmigrantes cruzando la selva del DariénJuan Carlos Tomasi/MSF

Él mismo pudo estar en una etapa de esta ruta migratoria, precisamente en el Darién, para dar cuenta de las duras condiciones a las que se enfrentan todas estas personas que, simplemente con lo puesto, se adentran en las profundidades de esta frondosa selva, que separa Colombia de Panamá. Aquí, se enfrentan no solo a las adversas condiciones climáticas y la topografía de la selva, sino que se encuentran completamente expuestos a las bandas criminales, que recurren a las violaciones, la extorsión y el robo.

«Las condiciones en las que llegan son tremendas. Se resbalan, se los lleva el río, se caen por los precipicios…», relata Iván Muñoz. El español hizo una ruta, en agosto de 2023, que inició en Ecuador con parada en el Darién colombiano, donde se adentró varios kilómetros. Más tarde, en Panamá, al contrario que los inmigrantes a los que acompañaba se desplazó en avión hasta hacia la salida del Darién, en el lado panameño de la frontera. Una vez aquí atendió a los inmigrantes que llegaban en una de las Estaciones de Recepción de Migrantes, que opera Médicos Sin Fronteras, donde ofrecen atención primaria a los heridos y servicios de salud mental en esos días que permanecen en tránsito tras cruzar la selva.

«Muchos de nosotros venimos luchando para buscar un lugar donde vivir mejor. El dinero ya no nos alcanza, allí comprar un cartón de huevos es un mes de trabajo», explica Nehemías Gutiérrez, venezolano de 23 años. Los testimonios son todos muy parecidos, relatan la desesperación por conseguir una vida mejor. Yucleisi de los Ángeles también es venezolana, pero trabajaba en Ecuador. La espiral de violencia en la que se ha visto atrapado el país andino ha empujado a Yucleisi a emprender un nuevo viaje. Esta vez hacia el que espera sea el último, Estados Unidos.

Huir de la miseria cruzando el Darién

Huir de la miseria cruzando el DariénMédicos Sin Fronteras

Sin embargo, Yucleisi, como muchos de los que emigran, se culpa de abandonar su país y no luchar por cambiar la deriva que sufre Venezuela en manos del régimen de Nicolás Maduro. «La culpa la tenemos nosotros, por no luchar por nuestro país y emigrar. Nos acobardamos y buscamos un camino más fácil que, al final, no nos salió tan fácil», confiesa esta venezolana. A Yucleisi se le murió un hijo, de tan solo dos años, mientras trabajaba en Ecuador.

El número de personas que se aventuraron a cruzar el Tapón del Darién en 2023 superó el medio millón. Una cifra sin precedentes que supera con creces el total de inmigrantes que cruzaron en todo 2022, según datos de MSF. Desde la organización quieren poner el foco en una de las rutas más olvidadas y peligrosas, pero que desde hace años se está popularizando en Sudamérica. Lo que muchos no saben es que, una vez que consiguen sobrevivir al Darién, aún les queda un largo camino hasta poder llegar a esa soñada frontera entre México y Estados Unidos.

Escucha el podcast 'El infierno de cruzar el Darién huyendo de la miseria' en el reproductor de la parte superior de esta noticia.

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