La policía a las puertas de la Iglesia Lakewood, en Houston
Una mujer abre fuego dentro de la iglesia Lakewood, una de las más grandes de EE.UU.
La atacante iba con una gabardina, una mochila, armada con una escopeta y llevaba consigo a un niño
Podría parecer una escena de una película americana, pero una vez más, la realidad supera a la ficción. Una mujer ataviada con una gabardina, armada con una escopeta y portando a un niño en brazos se abrió a tiros en el interior de la iglesia Lakewood, en Houston (Texas). El santuario es uno de los más grandes de Estados Unidos.
La mujer sembró el pánico al convertir el momento de oración de los fieles en un escenario de puro terror. Tras abrir fuego con su escopeta, la atacante dejó múltiples heridos. Por suerte, las autoridades policiales respondieron rápidamente tras recibir una llamada sobre el incidente y no tardaron en acudir al 3700 de la autopista Southwest, donde está ubicada la iglesia.
El jefe del Departamento de Policía de Houston, Troy Finner, confirmó que se gestionó una operación de emergencia en el área. Por su parte, el sacerdote que estaba oficiando la misa, Joel Osteen, destacó la suerte de que el incidente ocurriera entre servicios.
La situación empeoró cuando la mujer, que además del rifle portaba una mochila, empezó a gritar que tenía un bomba y que la activaría. Ante esta amenaza, dos oficiales de policía abrieron fuego contra la agresora y lograron neutralizarla. La mujer iba con un niño de unos 5 años de edad, que resultó herido y fue trasladado al hospital más cercano con urgencia.
Varios heridos
Las autoridades llevaron a cabo una exhaustiva inspección del vehículo en el que la atacante llegó al lugar, un coche de color blanco, así como de sus pertenencias, pero no encontraron ningún explosivo.
En un comunicado, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró: «Nuestros corazones están con los afectados por el trágico tiroteo de hoy y con toda la comunidad de la iglesia Lakewood de Houston. Los lugares de culto son sagrados».
La iglesia Lakewood es conocida por ser una de las iglesias evangélicas más grandes de Estados Unidos, con una asistencia semanal de más de 50.000 fieles.