Indonesia apuesta por una fórmula de continuidad presidencial muy peculiar

El actual ministro de Defensa de Indonesia, Prabowo Subianto, de 72 años, declaró la victoria en las elecciones presidenciales del 14 de febrero. Los resultados no oficiales mostraron que ganó casi el 60 % de los votos, superando fácilmente a sus rivales. Los resultados oficiales se esperan en marzo.

El veterano político contaba con el apoyo implícito del popular presidente saliente Joko Widodo, que había alcanzado su límite de dos mandatos presidenciales. Prabowo eligió al hijo del presidente, de 36 años, como compañero de fórmula y prometió continuar con las políticas de crecimiento de la actual administración. El nuevo presidente asumirá el cargo en octubre.

La promesa de continuidad es atractiva. Widodo, el presidente saliente, en 10 años de Gobierno mejoró la infraestructura y administró cuidadosamente las finanzas de la nación. Una vez agrupada entre los «cinco frágiles», Indonesia ahora cuenta con una moneda estable y la inflación de dos dígitos es cosa del pasado. Jokowi, como se le conoce ampliamente al mandatario, seguirá ejerciendo influencia ya que su hijo, Gibran Rakabuming Raka, es el compañero de fórmula de Prabowo y asumirá la vicepresidencia también en octubre.

De acuerdo con Reuters, el próximo desafío para el presidente electo es elegir un ministro de finanzas creíble. El ex director gerente del Banco Mundial, Sri Mulyani Indrawati, ha manejado hábilmente las finanzas del gobierno. La inversión extranjera directa aumentó a un nivel récord de 47 mil millones de dólares el año pasado y el progreso de Indonesia en atraer flujos se debe en gran parte a ella. Pero se espera que ella deje su puesto antes de que el nuevo gobierno asuma el poder en octubre.

Las propuestas de Prabowo de ofrecer más subsidios alimentarios sugieren que será más populista fiscalmente que su predecesor. Si elige a alguien como Chatib Basri, ex ministro de Finanzas y asesor especial de Sri Mulyani de 2006 a 2010, enviaría una señal positiva a los inversores extranjeros que compran una gran parte de la deuda soberana del país.

Sin embargo, el deseo de Prabowo de un crecimiento del PIB de hasta el 7 % parece demasiado ambicioso. Indonesia ha promediado el 5 % durante la última década. Es más, los precios del níquel, que sustentan la política industrial clave del país, han bajado un 80 % desde su máximo de 2022 debido al exceso de oferta y la débil demanda mundial de vehículos eléctricos, incluso en China.

Indonesia controla el 42 % de las reservas mundiales de níquel y aspira a integrarse en las cadenas de suministro de vehículos eléctricos.

Por ahora, los inversores en la economía de Indonesia, la más grande del Sudeste Asiático, aplaudieron el resultado electoral. Según constató Reuters, El mercado de valores (JKSE) subió un 2 %, acercándose al máximo histórico de enero, y la rupia se fortaleció.

Los inversores saben que la convincente victoria de Prabowo evita una segunda vuelta potencialmente complicada en una nación de 270 millones de habitantes.