Bielorrusia
Muere en prisión el periodista bielorruso Ígor Lednik condenado por «difamar» a Lukashenko
Lednik fue sentenciado a tres años de prisión por un artículo publicado en 2020 que fue considerado un ataque contra el honor y la dignidad del dictador
El periodista y preso político bielorruso Ígor Lednik murió en prisión en la región de Moguiliov, según denunció hoy el Partido Socialdemócrata de la antigua república soviética.
Lednik, cuya salud se deterioró desde su detención en abril de 2022, según sus abogados, había sido condenado a tres años de cárcel por «calumniar» al presidente del país, Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
El opositor bielorruso, que murió a los 64 años en la penitenciaría Número 15, fue sometido en prisión a una operación en el aparato digestivo y sufrió problemas cardíacos.
En un principio, fue condenado a solo quince días de arresto domiciliario, pero después fue sentenciado a tres años de pena por un artículo publicado en 2020 en el que atacaba el honor y la dignidad del jefe del Estado.
Lednik, cuya Facebook fue declarado extremista, abogaba por la liquidación de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia y acusaba a Lukashenko de convertir el país en una dictadura.
Según informa la organización de derechos humanos Viasná, Lednik es el quinto preso político bielorruso que muere entre rejas desde mayo de 2022.
La escritora bielorrusa Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura en 2015, alertó esta semana en una entrevista sobre el peligro en el que se encuentran los presos políticos en Bielorrusia, tras la muerte del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, en una prisión ártica.
«No hay información sobre María Kolésnikova, Víktor Babariko. No sabemos nada sobre Nikolái Statkévich. Y da la sensación de que podríamos enterarnos de lo peor en cualquier momento», dijo Alexiévich al periódico Nasha Niva.
La autora de «Voces de Chernóbil» y «La guerra no tiene rostro de mujer» recordó que el número de presos políticos en Bielorrusia supera los 2.000 y todos sus líderes también están entre rejas.
Según Alexiévich, «los dictadores aprenden los unos de los otros y la muerte de Navalni abrió un abismo de permisividad» para líderes autoritarios en todo el mundo.
«Ahora se puede esperar todo», opinó Alexiévich.