Twitter suspende la cuenta de la viuda de Navalni «por violar las reglas»
La red social de Elon Musk reactivó el perfil poco después, pero no dio explicaciones de los motivos de la suspensión
La red social Twitter –ahora rebautizada como X–, propiedad de Elon Musk, suspendió y poco después reactivó la cuenta de Yulia Navalnaya, viuda del disidente ruso recientemente aparecido muerto en la cárcel siberiana Lobo Polar, Alexei Navalni.
Sin que haya quedado muy claro el motivo, la cuenta de Navalnaya quedó inaccesible a lo largo de esta mañana. Al tratar de acceder al perfil, aparecía automáticamente el mensaje «cuenta suspendida» y un apóstrofe: «X suspende las cuentas que violan las Reglas X».
Según varios medios británicos, entre ellos The Guardian y Daily Mail, el motivo de la suspensión de la cuenta podría estar relacionado con la denuncia realizada por la viuda de Navalni de que Putin habría ordenado el asesinato de su marido envenenándolo con el agente nervioso novichok.
Esta sustancia ya ha sido empleada en el pasado por los servicios secretos rusos, el FSB, para eliminar opositores, disidentes y personajes incómodos mediante envenenamiento.
De hecho, Navalni ya había sufrido un envenenamiento por novichok en 2020 en un intento de asesinato al que logró sobrevivir.
Tras reactivar su perfil, Navalnaya publicó un vídeo de la madre de Alexei Navalni, Lyudmila Navalnaya, donde exige a las autoridades rusas que devuelvan el cuerpo de su hijo.
Las autoridades rusas retienen el cadáver del disidente y expulsó a los abogados y a la madre del disidente de la morgue de Salejard, en el Círculo Polar Ártico.
Navalni murió tras desplomarse súbitamente durante un paseo en la colonia penitenciaria Lobo Polar, donde cumplía una pena de 30 años de prisión.
Su esposa, Yulia, ha tomado con fuerza el testigo de la disidencia democrática de su marido y ha alzado la voz contra los crímenes de la dictadura de Vladimir Putin en Rusia.
En un mensaje de vídeo dirigido a los ministros de Exteriores de la Unión Europea, Navalnaya pidió a los países europeos que no reconozcan el resultado de las próximas elecciones rusas de marzo.
En dichas elecciones, todos los partidos pertenecen a la órbita del Kremlin, la oposición independiente ha sido eliminada y ya se da por ganador a Putin.