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David Cameron de visita oficial en las MalvinasForeign Office

Críticas a Milei en Argentina por no reaccionar ante la visita de David Cameron a las Malvinas

El ministro de Exteriores del Reino Unido reafirmó la soberanía británica sobre las islas reclamadas por Argentina

La visita del ministro británico de Exteriores, David Cameron, a las islas Malvinas ha desatado una tormenta en Argentina donde, por primera vez, el presidente Javier Milei está recibiendo fuego amigo.

Milei, que ya durante la campaña electoral había expresado su intención de relegar a un segundo plano la tradicional demanda de soberanía sobre las islas administradas por el Reino Unido, no reaccionó ante la visita de Cameron, considerada una provocación en algunos sectores del oficialismo y en la oposición.

Cameron llegó a las Malvinas el pasado 19 de febrero, se paseó por las comunidades coloniales británicas, homenajeó a los caídos en la guerra con Argentina de 1982, se fotografió sonriente ante las playas y luego se marchó.

Durante esa visita relámpago, Cameron tuvo tiempo de lanzar algún dardo que otro a Argentina: «Espero que los habitantes de las Malvinas quieran seguir siendo británicos durante mucho tiempo, tal vez para siempre».

Además, prometió que «mientras las islas Malvinas quieran formar parte de la familia del Reino Unido serán bienvenidas y les apoyaremos y ayudaremos a protegerse durante el tiempo que quieran».

La reacción gubernamental se ha considerado tibia y de perfil bajo. Se ha limitado a un tuit irónico de la ministra de Exteriores, Diana Mondino, en el que afirma que «valoramos el gesto del Canciller del Reino Unido, Cameron, de incluir a la Argentina en su visita a la región».

Más contundente fue la reacción del responsable de la Dirección Gesta Malvinas del Senado, Nicolás Kasanzew, antiguo reportero de guerra que documentó la guerra de 1982.

En declaraciones recogidas por Clarín lamentó que Cameron «vino a mostrar su apoyo a los kelpers (los isleños) y subrayar que la soberanía del archipiélago no se discutirá mientras deseen ser británicos».

«Los deseos de los isleños importan un bledo. Las Naciones Unidas reconocen el derecho de autodeterminación de los pueblos. De los pueblos, no de las poblaciones», defendió.

Reino Unido, gestor del territorio desde su ocupación en 1833, lanzó una operación para recuperarlas que se saldó con una derrota argentina, causante de la caída de la dictadura militar.

Las críticas al gobierno ante la visita de Cameron llevó a una reacción del portavoz de la presidencia, Manuel Adorni: «Naturalmente reafirmamos nuestro derecho de soberanía sobre las islas Malvinas y así seguirá ocurriendo». Una reacción también considerada débil.

Más contundente se mostró el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, que condenó la visita de Cameron a las islas, que definió de «provocación», y declaró al canciller británico «persona non grata».

«Ningún representante colonial de un Estado que atenta contra nuestra integridad territorial mancillando la memoria y el sacrificio eterno de nuestros Héroes de Malvinas será bienvenido en nuestra provincia», argumentó.