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Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil y líder opositorNelson Almeida / AFP

Brasil

Bolsonaro se defiende de las acusaciones de golpismo ante miles de seguidores

La policía lanzó una operación contra Bolsonaro y varios de sus aliados, incluidos algunos de sus exministros con allanamientos y detenciones el pasado 8 de febrero

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro hizo una demostración de fuerza al movilizar a una gran multitud en un acto en Sao Paulo en el que cargó contra su inhabilitación y pidió una amnistía para sus seguidores detenidos por la asonada de 2023.

Bolsonaro había convocado a sus simpatizantes a una manifestación en la megalópolis, en medio de las sospechas que pesan en su contra por planear un golpe de Estado tras perder las elecciones contra el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

Miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro se reunieron en Sao PauloNelson Almeida / AFP

Vestido con una camiseta de la selección de fútbol, el expresidente se dirigió a una marea de seguidores, que ocuparon más de seis cuadras de la emblemática avenida Paulista, constató la AFP.

«No podemos aceptar que un poder elimine del escenario político a quien quiera que sea, a no ser por un motivo justo. No podemos pensar en elecciones apartando a los opositores», dijo el exmandatario, declarado en 2023 inelegible para cargos públicos por ocho años por «abuso de poder».

Bolsonaro pidió además a sus partidarios en el Congreso, donde tiene mayoría, «una amnistía para aquellos pobres desgraciados que están presos en Brasilia».

El exmandatario hacía alusión a sus seguidores detenidos por la invasión y devastación de las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023, contra la asunción de Lula una semana antes.

En su discurso, volvió además a decirse «perseguido», especialmente desde que acabó su mandato en 2022, y negó una vez más cualquier implicación en un plan golpista.

«¿Qué es un golpe? Tanques en las calles, armas, conspiración. Nada de eso ocurrió en Brasil», afirmó.

La policía lanzó el 8 de febrero la operación Tempus Veritatis (la hora de la verdad, en latín), contra Bolsonaro y varios de sus aliados, incluidos algunos de sus exministros. Hubo allanamientos, detenciones y quedó impedido de salir de Brasil.

Investigadores creen que los sospechosos planearon desacreditar el sistema de votación electrónica antes de las elecciones, y después «prepararon un golpe de Estado -no concretado- contra el nuevo gobierno».

Interrogado el jueves por la policía, Bolsonaro guardó silencio.

«Bolsonaro es una persona honesta (...) Es importante apoyarlo, porque él representa a Dios, patria y familia», dijo a la AFP Wilson Aseka, un constructor de 63 años que viajó unos 700 kilómetros desde el vecino estado de Minas Gerais para participar en el acto.

La mayoría de los manifestantes en la avenida Paulista cumplieron con la consigna del expresidente, quien pidió usar los colores de la bandera de Brasil.

Además, solicitó que no llevaran pancartas ni banderolas con críticas.

Giovanna Bruneta, una abogada de 36 años, vistió una camiseta amarilla de la «canarinha»: «Brasil está con él; no nos preocupan los demás sino que vuelva a representarnos, lo conseguimos una vez y creemos que volveremos a conseguirlo», dijo, con su hijo en brazos.