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Carteles electorales del partido Chega y del partido Iniciativa Liberal, en LisboaAFP

Elecciones parlamentarias

El hastío y la desconfianza hacia los políticos empañan la recta final de la campaña electoral en Portugal

Las últimas encuestas apuntan a un empate entre el Partido Socialista y la coalición conservadora Alianza Democrática (AD)

Portugal arranca su última semana antes de las elecciones parlamentarias que tendrán lugar este domingo, 10 de marzo. Más de 10,8 millones de portugueses están llamados a las urnas, tanto fuera como dentro del territorio nacional, donde elegirán a los 230 diputados de la Asamblea de la República que, a su vez, designarán al próximo primer ministro luso.

A pesar de que quedan escasos cinco días para que los portugueses decidan el rumbo de su país durante los siguientes cuatro años, la desafección y la desconfianza hacia los políticos se ha instalado entre los votantes. La política lusa se ha visto envuelta en una serie de escándalos durante el último año. Una situación que ha precipitado, finalmente, la convocatoria de elecciones anticipadas.

En marzo de 2022, el socialista António Costa prestaba juramento como primer ministro y formaba su tercer Gobierno al frente de Portugal. El Ejecutivo de Costa mostró su debilidad casi desde el principio. A mediados de 2023, ya habían dimitido 11 secretarios de Estados y dos ministros. Un escenario que ya vaticinaba un agrio final para Costa, quien corrió la misma suerte que sus colegas de Gobierno. El pasado mes de noviembre, el entonces primer ministro de Portugal se vio salpicado por un truculento caso de corrupción y acabó por dimitir.

Costa tomó la decisión después de que los investigadores de la Procuraduría General de la República (PGR) registraran su residencia oficial en el marco de una investigación por presunta corrupción, prevaricación y tráfico de influencias en un escándalo por varias concesiones de la exploración de litio y la construcción de una planta de producción de energía de hidrógeno, entre otros contratos de dudosa procedencia. El encargado de recoger el testigo de Costa al frente del Partido Socialista (PS) portugués fue Pedro Nuno Santos, quien se impuso en unas primarias a su adversario, el centrista José Luís Carneiro.

Tres meses después de este terremoto político, la corrupción y el problema de la vivienda han marcado la campaña electoral portuguesa. Sin embargo, en la calle se respira un ambiente de desapego absoluto con la política y sus representantes. El hartazgo es el calificativo que mejor define la actitud de la mayoría de los portugueses que están llamados a votar nuevamente este domingo. Una apreciación que confirma la última encuesta publicada por Portada, una base de datos de estadísticas de Portugal, que refleja que la mayoría de los lusos no confía en ningún partido político y tampoco se encasilla en el habitual marco ideológico de izquierdas o derechas.

El portal de datos ha revelado que «ocho de cada diez encuestados en Portugal tienden a no confiar en los partidos políticos». Desde Portada apuntan que uno de los efectos de esta pésima visión de la política se traduce en el aumento de abstención. «En 50 años de democracia, ha habido 16 elecciones legislativas en Portugal», recuerda el informe, destacando que tras la geringonça (acuerdo postelectoral entre PS, Bloque de Izquierda y el Partido Comunista Portugués, entre 2015 y 2019), se registró el peor dato de participación.

«En este período [entre 1974 y 2019], más de la mitad de los votantes acudieron siempre a las urnas, con la excepción de las elecciones legislativas de 2019, durante el segundo mandato de António Costa como primer ministro, cuando la tasa de abstención fue del 51,4 %», resalta el documento. «Sin embargo, las tasas de participación electoral han disminuido a lo largo de los años y, desde 2009, menos del 60 % de los votantes han ejercido su derecho al voto», concluye el estudio.

En cuanto a las inclinaciones ideológicas, Portada revela que «el 31 % de los portugueses dice estar en el centro, el 28 % más a la izquierda y el 19 % más a la derecha». Sin embargo, y basándose en datos del Eurobarómetro, el informe apunta que el 16 % de los encuestados no sabe si se inclina a la derecha o a la izquierda, mientras que el 6 % simplemente se niega a responder a la pregunta. En este contexto de hastío generalizado, las últimas encuestas apuntan a un empate entre el Partido Socialista y la coalición conservadora Alianza Democrática (AD), con Luís Montenegro al frente.