Milei cierra la agencia Télam por funcionar como «una agencia de propaganda kirchnerista»
El presidente argentino sigue con su proyecto de adelgazar el Estado argentino eliminando órganos de intervencionismo económico, social y cultural
«Vamos a cerrar la agencia Télam». Con esas palabras, el presidente argentino Javier Milei sentenció el futuro de la agencia estatal de noticias argentina el pasado viernes, cuando repasó ante la Asamblea Legislativa algunos de los logros de sus menos de 100 días de gobierno.
El mandatario libertario cumple así con una promesa de campaña electoral. Milei argumentó en su discurso ante la Asamblea que Télam «ha sido utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista».
Además, subrayó que es «inmoral» «gastar dinero en comprar la voluntad de periodistas» «en un país donde el pueblo pasa hambre».
El sitio web de la agencia, que se fundó en el año 1945, ya no está operativo, y el cierre llega con promesa de conflicto con los sindicatos de la agencia.
Sin embargo, Milei se muestra inflexible. La salida del gobierno –y del Estado– de órganos intervencionistas que anquilosan la economía y la sociedad argentina es la piedra angular de su proyecto de gobierno.
La diferencia con EFE
La política de Milei de desparasitar el Estado argentino tras décadas de kirchnerismo peronista va en la dirección opuesta a la emprendida por Pedro Sánchez en España.
Desde la llegada de Sánchez al poder, el gobierno ha colonizado todas las empresas públicas situando peones leales al Partido Socialista en puestos clave.
En Correos, Juan Manuel Serrano, exjefe de Gabinete de Sánchez, dio paso a Pedro Saura, exportavoz de Economía, Hacienda y presupuestos, como director de la compañía.
En Paradores, la exalcaldesa socialista de Gavá, Raquel Sánchez, asumió la presidencia tras ser nombrada por el presidente del gobierno.
En el caso concreto de la agencia EFE, con el que se puede establecer una comparación con Télam, Sánchez puso en frente a su antiguo secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver.
El movimiento alineó a la agencia totalmente con la Moncloa, eliminando sin disimulo cualquier rasgo de apartidismo e imparcialidad que debe caracterizar a un medio de comunicación público.
El nombramiento, además, contradice por completo lo defendido en 2018 por el mismo Sánchez cuando presentó una proposición de Ley para que el presidente de EFE se eligiera «por una mayoría cualificada del Congreso de los Diputados».
Con Miguel Ángel Oliver al frente, la agencia EFE no duda en difundir la particular visión que la Moncloa tiene de los rivales políticos, empleando sólo el prefijo «ultra» para políticos de derechas.
«Ultraderechista» o, en su defecto, «ultraconservador» es para la agencia EFE jefes de gobierno extranjeros como la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el primer ministro húngaro Viktor Orbán o el mismo presidente argentino Javier Milei.
Tras su paso por la Cadena SER y Cuatro, Oliver tomó relevancia como secretario de Estado de Comunicación donde se le conocía como «Comisario Oliver» al tratar de controlar las preguntas que los periodistas pretendían plantear a Sánchez y a sus ministros.