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Xavier Vendrell, cuando era director de campaña de ERC, allá por 2010EFE

De Terra Lliure y Tsunami Democratic a la Colombia de Petro: el sedicioso Vendrell y su faceta colombiana

El exmiembro de Tsunami Democràtic y Terra Lliure vive en Colombia y dirige, además de millonarios negocios, una red de activistas que atacan con violencia a los altos tribunales

Se pregunta uno si en la fría Waterloo Carles Puigdemont piensa en su amigo Xavier Vendrell, miembro destacado de Tsunami Democràtic, quien hoy es asesor del presidente Gustavo Petro y dirige una red de activistas que presiona con violencia callejera y digital a la Corte Suprema de Justicia de Colombia para que elija fiscal general.

Un emporio en Colombia

Exmilitante de Terra Lliure –organización terrorista catalana (1983-1991) –, Vendrell encontró en Colombia el lugar ideal para internacionalizar sus ideas y hacer dinero.

Hace 10 años conoció a Petro, en quien encontró un aliado para defender causas como la sedición o el enfrentamiento político en calles y redes sociales, y hacer negocios millonarios.

«Tenemos que hacer Cataluña allí», «si tuviésemos al Petro allí..., tío..., sería un aliado de cojones», decía Vendrell, en una conversación interceptada por la justicia española, revelada por El Confidencial.

Siempre mantuvo la fe de que un exmilitante del M-19, apasionado por la «lucha social», no sólo iba a convertirse en presidente de Colombia, sino que le otorgaría la nacionalidad colombiana exprés en tres semanas.

Vendrell ha tenido la virtud de esperar, como la izquierda colombiana, atrincherada por décadas en la barrera de la oposición.

Lejos de ser un soñador, de esos que aún idealizan las repúblicas de Allende o Azaña, el catalán ha logrado que tanto el procés como la Colombia de Petro sean hoy dos proyectos en marcha; es un hombre de proyectos, locales e internacionales.

Nacionalizado colombiano, se ha convertido en un millonario contratista con un emporio que va desde una empresa exportadora hasta el manejo de las basuras en Medellín, logrando con su amigo Manuel Grau contratos por 235.000.000 de pesos (55.353.728, euros), según El Colombiano.

Activista

Vendrell, sin embargo, tiene otra faceta. Dirige un grupo de activistas e instigadores que lideraron la asonada contra la Corte Suprema de Justicia de Colombia a comienzos de febrero buscando presionar al alto tribunal para que eligiera Fiscal General de la Nación.

El grupo de presión se llama Activistas por el Cambio y tiene varias similitudes con Tsunami, como bloquear calles de manera violenta y usar redes sociales para instigar a funcionarios, llegando a amenazar de muerte a magistrados.

«#AEstaHora seguimos en el palacio de justicia. La consigna es simple: No salen los magistrados hasta que la Corte Suprema de Justicia elija la nueva Fiscal. NADIE ME SALE!!», decía un mensaje –borrado– en la cuenta de Activistas Colombia (ver pantallazo del mensaje).

Captura de pantalla del mensaje de Activistas del Cambio

El miembro destacado del Tsunami Democràtic ha internacionalizado el golpismo. En Cataluña hizo todo lo posible para revertir el orden constitucional y ahora en Colombia activa sus bases, esa red de bots y operadores digitales que saltan del mundo digital violento a las calles.

Vendrell es la manifestación clara de que la sedición y la rebelión pueden ser amnistiados, pero, borrado el delito, muchos, como él, continúan a lo largo de su vida creyendo que todo orden o institución injusta debe ser subvertida con violencia, si es necesario.

Ya entiende uno por qué un exmilitante de Terra Lliure se ha vuelto tan amigo del presidente de Colombia. Los negocios son una razón, pero sin duda están al margen del sentimiento compartido por la anarquía.