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El presidente de Estados Unidos, Joe BidenAFP

Elecciones en Estados Unidos

Gaza pasa factura a Biden con votos protesta a un 'candidato fantasma' en el supermartes

El presidente de Estados Unidos y candidato demócrata para las elecciones de noviembre ha reunido un alto porcentaje de votos de castigo en varios estados

Los resultados del supermartes en Estados Unidos no han sorprendido a nadie. Donald Trump y Joe Biden ya se ven reeditando su batalla electoral de hace cuatro años de cara a las presidenciales de noviembre. A pesar de que ambos candidatos han arrasado en prácticamente los 15 estados que convocaron ayer primarias tanto republicanas como demócratas, en lo que se considera la cita electoral más importante del país, el voto de castigo ha empañado las aplastantes victorias del presidente sobre sus rivales demócratas, el congresista Dean Phillips y la escritora Marianne Williamson.

La guerra en la Franja de Gaza y la tibia postura de la Administración Biden con Israel ha pasado factura a la candidatura del demócrata en aquellos estados con una fuerte minoría musulmana. El voto de castigo al presidente estadounidense ha rozado el 20 % en algunos de los territorios. El primer aviso ya lo dio, la semana pasada, Michigan donde el inquilino de la Casa Blanca recibió un gran voto de castigo. En el 13,2 % de las papeletas, el equivalente a más de 101.000 votos, se marcó la casilla de «no declarado», lo que se traduce en un voto en blanco.

Numerosas comunidades árabes de este estado iniciaron una campaña en contra de Biden y animaron a sus simpatizantes a mostrar su desacuerdo con la postura del Ejecutivo estadounidense por su apoyo a Israel en la guerra en Gaza evitando votar por el actual presidente. La misma fórmula se ha repetido en el supermartes. En Minnesota, el voto «no declarado» se sitúa en el 19 %, con el casi 100 % de los votos escrutados. Un dato esclarecedor, siendo este territorio un bastión demócrata en el norte de Estados Unidos.

En Massachusetts, esa opción ha sido la elegida por más de 50.000 votantes, el 9,4 %. En Colorado, que reparte 72 delegados, ese rechazo se ha traducido en un 7,6 % y en Alabama, con 53 delegados, ese voto de castigo se situó en el 6 %. Biden ha llegado a perder el caucus de Samoa frente al empresario Jason Palmer. La minoría árabe y musulmana, así como el voto joven, se ha convertido en un desafío para la candidatura del demócrata, que ha lanzado a su vicepresidenta, Kamala Harris, a la caza de este votante. Harris ha elevado la voz y pidió, este lunes, a dos días del supermartes un alto el fuego en Gaza.

La vicepresidenta, además, recibió a Benny Gantz, rival político del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para hablar sobre el conflicto y reiterar la postura de Estados Unidos de aumentar el envío de ayuda humanitaria a la Franja, así como un cese de hostilidades, que propicie la liberación de los 134 rehenes israelíes, aún en manos de Hamás. A pesar de este intento por apaciguar al voto más progresista de los demócratas, que crítica con fiereza el papel de su país en esta guerra, el efecto Kamala, a la vista de los resultados de ayer, no ha causado el efecto deseado.

El supermartes ha dejado negro sobre blanco que Trump y Biden reeditarán su duelo de las elecciones presidenciales de 2020, más todavía tras la retirada de Nikki Haley de las primarias republicanas. Una campaña que se plantea cada vez más polarizada y como ya adelantaba Andrea Carrasco, desde Nueva York, estará marcada por la inmigración y la guerra en Gaza, con dos discursos y modelos completamente opuestos.