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Portugal gira a la derecha pero la formación de Gobierno sin Chega se complica para Montenegro

El partido de André Ventura se convirtió en la gran sorpresa de la noche electoral de Portugal, acumulando el 18 % de los votos, lo que se traduce en 48 escaños

Portugal vivió ayer una noche de infarto. El baile de diputados entre el Partido Socialista de Portugal (PS) y la coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD) fue una constante. La formación de Luís Montenegro salió vencedora, aunque por un ajustado margen, mientras que Chega se alzó como la gran fuerza en auge de la Asamblea de la República, con el 18,06 % de los votos, lo que podría otorgar al partido de André Ventura hasta 48 escaños de los 230.

Ventura ya ha exigido entrar en el Gobierno y ocupar ministerios, mientras que Alianza Democrática, con el 29,49 % de los votos, que se traduciría en 79 escaños, frente al 28,66 % cosechado por el PS, 77 escaños, tiene muy difícil poder gobernar en solitario. Montenegro, durante la campaña electoral, adelantó que no pactaría con Chega pero, tras esta noche, los números no dan. El PS, liderado por Pedro Nuno Santos, y la coalición de centroderecha han cosechado, en términos generales, un empate técnico.

Ni el PS, junto con los resultados del Bloque de Izquierda, 4,46 %, y Coalición Democrática Unitaria, 3,3 %, suman los escaños necesarios para una mayoría, ni AD, junto a Iniciativa Liberal (IL), 5,08 %, podría formar Gobierno. Chega tiene la llave del próximo Ejecutivo. Con estos resultados en la mano, y al 99, 01 % escrutado, el futuro de Portugal está en el aire y todavía queda por contabilizar el voto en el extranjero, en el que están en juego hasta cuatro diputados, que en el contexto actual se han vuelto decisivos.

Reparto de escaños de la Asamblea de la Repíblica de PortugalÁngel Ruiz

La gobernabilidad de Portugal está contra las cuerdas. Pero, a pesar del veto de Montenegro a Chega, este todavía tiene posibilidades de ser nombrado primer ministro. El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, designará al jefe de Gobierno el próximo mes de abril. Momento en el que iniciará la consulta con todos los grupos parlamentarios. De estas reuniones, el presidente de Portugal nombrará al candidato que más posibilidades tenga de formar un Ejecutivo. Hasta abril, las diferentes formaciones tienen todavía tiempo para tomarse el pulso.

Una vez nombrado al candidato, el primer ministro tendrá un plazo de diez días para presentar su programa de Gobierno al Parlamento. La Cámara tendrá el poder de aprobar o no este proyecto. Montenegro, como líder de la coalición más votada, tiene varias opciones. Romper con su promesa de mantener el «cordón sanitario» a Chega y, finalmente, llegar a acuerdos con Ventura, que ya exige ministerios. Unas demandas que para Montenegro serán difíciles de complacer, si se mantiene fiel a su programa electoral.

El líder de AD podría apostar también por un acuerdo de mínimos con el PS, y que la formación de Nuno Santos se abstenga y permita la formación de un Ejecutivo de Alianza Democrática en minoría. Un escenario que plantearía una legislatura muy complicada para Montenegro. Una tercera posibilidad sería la abstención de Chega. El líder de la coalición de centroderecha confesó, ayer por la noche, tras proclamarse vencedor en las elecciones legislativas de Portugal que espera que «el PS y Chega no formen una alianza negativa para impedir el gobierno que querían los portugueses» y pidió a los socialistas que «respeten la voluntad del pueblo portugués».

Montenegro también mantuvo su postura con respecto a llegar a un acuerdo de Gobierno con el partido de Ventura y aseguró que el «no es no». «Nunca haría algo tan perverso como incumplir unos compromisos que he adquirido claramente», aseveró. A Portugal todavía le esperan semanas de incertidumbre política, con negociaciones y conversaciones entre las diferentes formaciones. Abril será el mes clave, si Montenegro consigue los apoyos y sacar adelante su programa será nombrado primer ministro. En caso contrario, el presidente de Portugal se verá obligado a designar un jefe de Gobierno provisional y convocar nuevas elecciones dentro de seis meses.