Fundado en 1910

Palestinos desplazados en un mercado callejero improvisado en Rafah, en el sur de la Franja de GazaAFP

Hamás presenta una nueva propuesta de alto el fuego en Gaza que Israel descarta de antemano

Entre las exigencias se incluiría la liberación de niños, ancianos y enfermo a cambio de la excarcelación de entre 700 y 1.000 palestinos, 100 de los cuales estarían cumpliendo cadena perpetua

Las posturas entre Hamás e Israel para alcanzar un alto el fuego siguen estando en las antípodas. Estados Unidos, Qatar y Egipto –mediadores – confiaban en implantar una pausa en los combates en la Franja de Gaza para el inicio del Ramadán, el mes más sagrado para los musulmanes, pero cinco días después las conversaciones están más estancadas que nunca. El optimismo inicial se ha ido convirtiendo en frustración. Hoy, Hamás ha presentado una nueva propuesta a los mediadores que, para Israel, es prácticamente imposible de aceptar.

Entre las exigencias de la organización fundamentalista palestina, según ha informado Reuters, se incluiría la liberación de un número de rehenes israelíes, sin determinar, niños, ancianos y enfermos, a cambio de la excarcelación de entre 700 y 1.000 palestinos, 100 de los cuales estarían cumpliendo cadena perpetua en las cárceles israelíes. Además, Hamás hace mención a la posibilidad de liberar, también, a «soldados mujeres» israelíes. Israel calcula que la organización islamista aún mantiene bajo cautiverio a 134 israelíes, de los cuales 30 estarían muertos.

Según esta propuesta, ambas partes en conflicto acordarían una fecha para un alto el fuego permanente, tras un primer intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, que, finalmente, desembocaría en la retirada total de las tropas hebreas de Gaza. Las exigencias de Hamás siguen la misma línea de propuestas anteriores que ya fueron rechazadas frontalmente por Israel, al ser tachadas de «delirantes y poco realistas». Por lo que no se espera que, tras esta enésima propuesta, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cambie de opinión.

La oficina del primer ministro ya adelantó ayer que el plan de Hamás seguía basándose en «exigencias poco realistas». En este sentido, aseguraron que hoy se volvería a reunir el gabinete de guerra para presentar una actualización de la cuestión. Aunque mantienen una venta abierta y Netanyahu ha anunciado, hoy, que ha enviado a una delegación israelí a Qatar para reanudar las negociaciones. En el plano militar, el primer ministro israelí también ha admitido que ya ha dado el visto bueno a una plan del Ejército para invadir Rafah, del que no ha dado más detalles.

Ante este anuncio, la incertidumbre y el medio sigue apoderándose de Gaza, que vive el Ramadán más violento de su historia. El pasado mes de febrero, el miembro de la Knéset –Parlamento israelí–, Benny Gantz, dio un ultimátum a la organización islamista y puso como fecha límite el 10 de marzo, coincidiendo con el inicio del mes sagrado para los musulmanes, para liberar a todos los rehenes o las tropas hebreas entrarían en la ciudad sureña de Rafah. Aquí se refugian más de la mitad de los 2,5 millones de gazatíes que, al principio de la contienda, huyeron de los bombardeos israelíes contra el norte de la Franja.

El presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, que teme que una ofensiva sobre Rafah provoque un éxodo masivo de palestinos hacia sus fronteras, ha señalado que espera que dentro de «pocos días, como mucho» se llegue a un alto el fuego. «Cinco meses es mucho para tanta violencia. Estamos realizando todo esfuerzo sincero y fiel para llegar un alto el fuego en la Franja para proteger y salvar a nuestra familia en Gaza, en especial, a los civiles inocentes», aseveró. Pero como de esperanzas no se vive, Egipto ya se ha preparado para el peor escenario y ha creado una zona de amortiguación en la frontera con el enclave palestino para alojar a miles de desplazados en caso de un ataque israelí.

La tensión aumenta a medida que las partes se estancan en las negociaciones y el Ramadán entra ya en su primera semana. El asedio israelí sobre el enclave ha provocado una situación de hambruna sin precedentes. Los gazatíes esperan ansiosos la llegada del barco español Open Armas, que transporta 200 toneladas de comida, una cantidad todavía muy baja para hacer frente a las necesidades de los civiles palestinos. Israel, para evitar un estallido de violencia en el país, ha reducido la entrada de los palestinos de Cisjordania a Jerusalén durante el Ramadán y ha desplegado hasta 3.000 policías en la ciudad para vigilar a los fieles que acudan a rezar hoy a la Explanada de las Mezquitas durante el primer viernes de Ramadán. Ayer, Hamás, en un intento de presionar a Israel, arengó a los palestinos en Jerusalén, Cisjordania e Israel a «participar urgentemente en la defensa de la mezquita de Al Aqsa contra la agresión sionista».