El canciller alemán Olaf Scholz, durante su dicurso en el Bundestag
Alemania sufre una nueva filtración con detalles técnicos secretos de los misiles Taurus
La información apunta que si estos sistemas fueran entregados a Ucrania ya no estarían disponibles para el Ejército germano
Alemania ya no da a basto para frenar las filtraciones en materia de defensa, cruciales en este momento de tensión máxima con Rusia por su guerra en Ucrania. Tras un primer escándalo por las escuchas rusas de una conversación sobre el posible uso de los misiles de largo alcance Taurus, Berlín ha sufrido otra filtración.
Este nuevo desliz ha sido revelado por el diario alemán Süddeutsche Zeitung, que asegura que este pasado lunes el jefe del Estado Mayor del Ejército, Carsten Breuer, abordó con los diputados procedimientos técnicos y operativos para la programación de objetivos y la ruta de los misiles Taurus.
Sin embargo, esta información detallada fue, posteriormente, filtrada aparentemente al portal T-Online, que indicó que el teniente general explicó que para programar los cohetes germanos, con un alcance de 500 kilómetros –suficiente para destruir el puente de Crimea o llegar a la región de Moscú–, se debe utilizar una tecnología especial.
Grandes y complejos datos, como puntos de medición de altitud, datos vectoriales, imágenes de satélite y mapas rasterizados, deben ser procesadas por sistemas técnicos especiales, de los cuales, según la información filtrada, Alemania solo dispondría un número muy limitado.
Si estos sistemas fueran entregados a Ucrania ya no estarían disponibles para el Ejército germano, indica la información, y por tanto podría quedar debilitada su propia capacidad de defensa.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha insistido en que, para controlar los objetivos de los Taurus soldados alemanes deben participar en su lanzamiento, lo que podría ser visto por Rusia como una participación directa o indirecta de Alemania en la guerra en Ucrania, pero ha obviado en público este detalle de los terminales especiales.
La oposición le ha acusado de no fiarse de los ucranianos y ha sostenido que Alemania podría fácilmente entrenar a las tropas de Kiev en el manejo de los cohetes.
El experto militar y excoronel del Ejército alemán Ralph Thiele, señaló que el hecho de que Scholz no haya utilizado este argumento en público se debe a que esta información sobre los datos, los terminales especiales y la disponibilidad limitada de los mismos es catalogada como secreta, porque si se conociera debilitaría la defensa de Alemania.
Si Alemania entregase misiles Taurus a Ucrania junto a los terminales, entonces éstos podrían caer además en manos rusas directamente en el campo de batalla.
La presidenta del comité, la liberal Marie-Agnes Strack-Zimmermann, gran defensora de que Alemania proporcione Taurus a Ucrania, ya ha anunciado medidas por la revelación de secretos. Según apuntó al Süddeutsche Zeitung, se informaría a la presidenta del Bundestag, Bärbel Bas, y luego «intervendría la Policía federal o la fiscalía».
En su cuenta de X, la política recalcó que revelar información de una reunión del comité secreta «no es baladí». «La denuncia está cursada. Cualquiera que revele secretos para imponer su propia agenda no se merece un escaño en el Parlamento», señaló en referencia a que la filtración juega a favor de la negativa de Scholz.