El ministro israelí encargado del Combate al Antisemitismo carga contra Pedro Sánchez
Interpelado acerca de cómo percibe España la amenaza yihadista, consideró que «en absoluto» el Ejecutivo de Sánchez la está tomando en serio
«Lo peor actualmente en Europa son Bélgica y España», ha cargado el ministro de Asuntos de Diáspora y Combate contra el Antisemitismo Amichai Chikly. Así de rotundo se manifestó en una comparecencia de prensa ante un grupo de periodistas europeos celebrada el miércoles Jerusalén.
Miembro del partido oficialista Likud, el alto cargo israelí no ha tenido reparos en ofrecer su opinión sobre la actuación del Ejecutivo de Pedro Sánchez al que achacó una «horrible» actuación en su primera visita oficial al país en noviembre pasado. También cuestionó cómo toma España en cuenta la amenaza yihadista que, según valoró, está dentro de numerosos países europeos.
Sobre las declaraciones de Sánchez y del primer ministro belga, Alexander de Croo, en su periplo conjunto a la región, en las que condenaron «la matanza indiscriminada de civiles», Chikly censuró tanto el contenido como el formato en el que lo hicieron.
«Creo que la rueda de prensa que mantuvieron el mismo día en que se liberaban a los niños y mujeres (israelíes secuestrados por Hamás), y eligieron montar el escenario en Rafah para salir en contra del Estado de Israel, criticarlo de forma muy agresiva, fue horrible», aseveró el ministro.
Asimismo, en un guiño al dirigente del partido Vox, Santiago Abascal, quien visitó Israel en diciembre, a quien saludó, el ministro israelí dijo que esperaba «que podamos ver a líderes más serios para España, ya he mencionado a uno de ellos». Pero también tuvo palabras para el Partido Popular que calificó de «mucho más relevante».
Chikly inició en 2019 su andadura política como diputado de la formación Yamina (derecha, en hebreo) liderado por el exprimer ministro israelí Naftalí Benet, en la que, no obstante, se distanció en numerosas ocasiones del partido en votaciones parlamentarias en las que votó en contra, algunas de ellas críticas. Anunció su salida de partido en 2022 para engrosar las filas del Likud que encabeza el actual premier, Benjamín Netanyahu.
Durante su alocución el titular de Diáspora se refirió con amplitud al aumento del antisemitismo en varios países de Europa y especialmente en el Reino Unido y aseguró que la situación en Occidente «es la peor desde los años 30» del siglo pasado, pero que hoy se combinan una izquierda y un islamismo radicalizados.
'Wokismo' y antisemitismo
Repasó además el influjo de corrientes que promueven el antisemitismo social y académico en Estados Unidos y en otras partes del globo entre las que destacó el «wokismo», paraguas para los movimientos que defiende la justicia social como su principal causa. «Desde mi punto de vista, hoy vemos que el 'wokismo' está relacionado con el antisemitismo».
Lo definió, en este sentido, como una ideología que «acepta que se acuñe que estamos cometiendo un genocidio en Gaza» y en ese sentido, explicó que en ese caso, el antisemitismo en la actualidad no es únicamente contra los judíos, «sino contra el Estado judío, que reemplaza a los judíos».
Chikly subrayó que esa corriente ideológica crea una distinción «muy superficial» entre opresores y oprimidos y entre estos últimos se enmarca a los palestinos, mientras que a los judíos se los sitúa como supremacistas opresores hasta el punto de sentar las bases para que organizaciones terroristas como «Hamás y Hezbolá formen parte del movimiento progresista».
El miembro del Gabinete israelí sostuvo que bajo el influjo de esa corriente de pensamiento, «partidos como Podemos están ligados a esa filosofía idiota que también tiene visiones antisemitas porque consideran a los judíos bajo una perspectiva de dominación», y fue más lejos al subrayar que se trata de una forma de «racismo perverso que es extremadamente poderoso en Occidente».
Amenaza yihadista
Interpelado acerca de cómo percibe el país la amenaza yihadista, consideró que «en absoluto» el Ejecutivo español la está tomando en serio y advirtió que el radicalismo puede atravesar fácilmente fronteras o encontrarse dentro del mismo país «y muchas organizaciones pueden aprovecharse de ello».
«Creo que la mayoría no forma parte de los grupos terroristas, pero cuando tienes adentro a ISIS o a Hamás, o la influencia de la Guardia Revolucionaria (iraní) o de Hezbolá, estás en un grave problema», concluyó.