Dos adolescentes rusos se convierten en héroes tras salvar a decenas de personas durante el atentado en Moscú

Rusia sigue de luto por el atentado terrorista que acabó con la vida de más de 130 personas en la sala de conciertos del Crocus City Hall, a las afueras de Moscú. A medida que pasan las horas y los días, los testimonios y las historias de héroes anónimos se empiezan a conocer gracias a los medios de comunicación.

Este lunes, dos adolescentes rusos, que ayudaron a decenas de personas a huir de la sala de conciertos, han sido homenajeados en su colegio. Ellos son Islam Khalilov y Artiom Donskov, de 15 años, y estudiantes del mismo centro de enseñanza media.

Ambos recibieron un ordenador portátil como premio, según informó la prensa rusa. Los adolescentes trabajaban en el guardarropa del Crocus City Hall cuando ocurrió el ataque y supieron mantener la calma y dirigir a las personas que asistían al concierto hacia la salida.

En imágenes que circulan en internet se puede ver a Islam Khalilov correr en la dirección opuesta a la larga fila de decenas de personas corriendo aterrorizadas. «¡Todos por aquí!», se le oye gritar varias veces.

«En realidad, tenía mucho miedo», explicó a la radio rusa BFM, añadiendo que se aseguró de que no quedará nadie detrás de él después de salir él mismo del lugar.

«Nos mostraron e indicaron para donde dirigir a la gente en caso de incidente. Sabía dónde llevarles para que estuvieran seguros», explicó el joven.

Su compañero de clase, Artiom Donskov, guió a otro grupo que buscaba una salida en el interior del edificio, ya en llamas.

Khalilov también recibirá el 29 de marzo una condecoración de parte de la Dirección Espiritual de los Musulmanes de Rusia, una destacada organización religiosa, informó la agencia de noticias TASS.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado pero el Kremlin se negó el lunes a comentar estas informaciones mientras la investigación esté en curso.

Otro héroe fue un espectador que acudió al concierto con su mujer y consiguió desarmar a uno de los atacantes, ante varios testigos.

Este hombre, que pidió el anonimato, afirmó a la prensa rusa que pudo saltar contra el atacante cuando recargaba su arma y darle golpes en la cabeza, junto a otro hombre que le ayudó.