Las elecciones municipales de Turquía golpean con fuerza a Erdogan, que ya habla de un «cambio» en su partido

El partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el islamista AKP, ha perdido las elecciones municipales de Turquía. La formación que encabeza la oposición al Gobierno (el partido socialdemócrata CHP) se ha proclamado vencedor en los comicios de este domingo con una ventaja de más de 250.000 votos. De esta manera mantiene las ciudades de Estambul y Ankara y también gana en algunas plazas fuertes del AKP, como Bursa, cuarta ciudad del país.

Uno de los objetivos que se marcó Erdogan durante la campaña fue recuperar Estambul, ciudad que gobernó como alcalde entre 1994 y 1998 y que es la capital económica del país. Sin embargo, el socialdemócrata Ekrem Imamoglu revalidó el cargo y se consolida como alcalde. «Estamos liderando con una ventaja de más de un millón de votos (...) Hemos ganado las elecciones», afirmó Imamoglu.

Por su parte, Özgür Özel, presidente del partido socialdemócrata de oposición CHP festejó el triunfo y cargó contra el Gobierno de Erdogan: «Los votantes han decidido cambiar y poner fin al desequilibrio del poder. El CHP ha obtenido una victoria histórica. Se ha dado un claro mensaje al Gobierno. Queremos que nos devuelvan el Estado de derecho, un país de todos los colores, donde las diferencias son riqueza».

Pero después adornó sus palabras con un tono conciliador con su adversario, aunque sin desaprovechar la oportunidad para lanzar más críticas: «No hay perdedor con este triunfo, nadie se debería sentir derrotado con nuestro victoria. Se ha premiado la buena gestión y castigado la mala».

Erdogan acepta la derrota

El presidente Erdogan, de 70 años, admitió que los resultados representan «un cambio» para su partido AKP, aunque aseguró que era hora de «respetar la decisión del pueblo». «Lamentablemente, no hemos logrado los resultados deseados», expresó ante simpatizantes desalentados en la sede de su partido.

Es evidente que la crisis económica que enfrenta el país, con una inflación descontrolada (del 67 %), y una caída de su moneda, que pasó de 19 liras por dólar a 31 en un año, benefició a la oposición, pero ahí no están todos los motivos del mal resultado.

Otra parte del retroceso del AKP se debe a la subida de su hasta ahora aliado, el partido islamista fundamentalista Yeniden Refah (YRP), que avanza incluso al cuarto puesto en número de votos, aunque solo lidera en dos provincias, dominadas hasta ahora por el partido de Erdogan,

Ankara, la capital del país, ha caído también del lado del CHP y su actual alcalde, Mansur Yavas, se mantendrá en el puesto tras imponerse con el 58,6 % de los votos frente al 33,5% del candidato respaldado por Erdogan. El CHP también ha salido victorioso de Esmirna, la tercera ciudad más grande del país.

Hay que destacar que las elecciones municipales se consideraban como una prueba para el gobierno de Erdogan. Aunque el presidente no era candidato en estas elecciones locales, su influencia se hizo sentir más que nunca y llegó a celebrar hasta cuatro mítines al día. De hecho, aseguró que estos serían los últimos comicios en los que participaría y es evidente que el resultado no ha sido el deseado.