Israel anuncia una investigación por el ataque que ha matado a siete trabajadores de la ONG del chef José Andrés
La organización del chef español José Andrés, World Central Kitchen, ha confirmado la muerte de sus cooperantes mientras desarrollaban sus labores de distribución de alimentos en el centro de Gaza
La organización no gubernamental World Central Kitchen (WCK), fundada por el chef español José Andrés, informó esta madrugada que siete trabajadores humanitarios murieron en un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Franja de Gaza mientras desempeñaban sus labores de entrega de alimentos. Israel ha anunciado que iniciará una investigación independiente para investigar este terrible suceso. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha admitido, a través de un vídeo colgado en sus redes sociales, la autoría israelí del bombardeo.
El ataque ha provocado la condena de gran parte de la comunidad internacional y ha supuesto el fin de la actividad de la ONG en Gaza. En un comunicado, World Central Kitchen ha confirmado la muerte de sus trabajadores y ha denunciado que el ataque se produjo en una «zona desmilitarizada». Los cooperantes viajaban en dos vehículos blindados perfectamente identificados con el logotipo de la organización, por el centro de la Franja, cuando se produjo el ataque israelí.
La operación había sido previamente coordinada con el Ejército hebreo, lo que no evitó el trágico final. El convoy humanitario fue alcanzado cuando salía del almacén de Deir al-Balah, donde el equipo había descargado más de 100 toneladas de ayuda alimentaria humanitaria llevada a Gaza por la ruta marítima desde Chipre. «No es sólo un ataque contra el WCK, es un ataque contra las organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más terribles, en las que los alimentos se utilizan como arma de guerra. Es imperdonable», apuntó Erin Gore, directora ejecutiva de World Central Kitchen.
Los cooperantes fallecidos durante el ataque son originarios de Australia, Polonia, Reino Unido, un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense, y Palestina. Australia ya ha exigido a Israel que «rinda cuentas» por la muerte del cooperante australiano, y se ha referido al suceso como «completamente inaceptable», asegurando que va «más allá de cualquier circunstancia razonable». Israel ha anunciado la apertura de una investigación, tras los indicios que apuntan a su responsabilidad en el ataque.
El portavoz del Ejército israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, ha expresado sus «más profundas condolencias» a José Andrés, con quien ha mantenido una conversación esta misma mañana. Sin embargo, la ONG ha anunciado que suspende «de inmediato» sus operaciones en la región. El chef español ha exigido al Gobierno israelí que «deje de restringir la ayuda humanitaria, deje de matar a civiles y cooperantes, y deje de utilizar los alimentos como arma». Hagari ha informado de que el Ejército israelí está revisando el incidente «a los más altos niveles» para tratar de esclarecer lo sucedido.
«Abriremos una investigación para examinar más a fondo este grave incidente. Esto nos ayudará a reducir el riesgo de que un suceso así vuelva a ocurrir», adelantó el portavoz de las FDI. La Media Luna Roja Palestina ha confirmado que ha podido recuperar los cuerpos de los siete trabajadores humanitaritos muertos durante el ataque israelí. Según el portavoz de la organización palestina, los restos mortales de los cooperantes han sido trasladados al Hospital Abu Yousef al Najjar, desde donde serán enviados al puesto fronterizo de Rafah para ser evacuados.
Cada vez son más las voces críticas con Israel por su brutal ofensiva contra el enclave palestino, donde las cifras de muertos, tras seis meses de guerra, asciende ya a más de 32.000, según datos facilitados por Hamás. Este último ataque ha provocado que países como Reino Unido, Polonia o Australia eleven el tono. El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, también ha exigido a Israel que «investigue inmediatamente y dé una explicación completa y transparente de lo ocurrido». «Es esencial que los trabajadores humanitarios estén protegidos y puedan llevar a cabo su trabajo», ha insistido Cameron.