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Un militar ucraniano conduce un vehículo blindado de transporte de personal Spartan FV103 británicoAFP

Kiev no descarta otra ofensiva terrestre de Rusia y construye fortificaciones y trincheras antitanque

El Kremlin asegura haber conquistado más de 400 km2 de territorio ucraniano

La región de Kiev construye nuevas fortificaciones y trincheras antitanque para proteger a sus residentes y a la capital, cuyo alcalde, Vitalí Klitchkó, advirtió este domingo de que la ciudad ha sido y sigue siendo un objetivo de Rusia.

«Instalamos líneas defensivas: dientes de dragón, zanjas antitanques y otras barreras no explosivas. Ya se han instalado casi 10.000 pirámides de hormigón y se ha construido una zanja antitanque», informó el jefe de la Administración Militar de la Región de Kiev, Ruslán Krávchenko, en su cuenta de Facebook.

Explicó que se trata de construir líneas defensivas y establecer un sistema eficaz de barreras «para que los habitantes de la región de Kiev se sientan lo más seguros posible».

Mientras, el alcalde de Kiev indicó en el diario alemán BILD que Kiev sigue siendo un objetivo del presidente ruso, Vladímir Putin, si bien aseguró que la ciudad «está mucho mejor preparada que hace dos años», cuando las tropas del Kremlin intentaron en vano tomar la capital ucraniana.

«Si Putin toma esta decisión (de avanzar de nuevo hacia Kiev), será una decisión sangrienta», advirtió. Eso sí, insistió en la necesidad de más sistemas de defensa antiaérea.

Kiev es la ciudad mejor protegida por misiles antiaéreos y sistemas Patriot, a diferencia de otras urbes ucranianas.

El pasado día 28 el jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev, Serguí Popko, anunció que se reforzará la seguridad de la capital tras los últimos ataques rusos con misiles balísticos y las amenazas de Rusia de aumentar el número de bombardeos contra objetos civiles, informaron este jueves las autoridades de la capital ucraniana.

A los ataques se sumaban detenciones de agentes del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) que preparaban ataques con misiles contra la torre de televisión en Kiev y unidades del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, así como contra infraestructuras energéticas en la capital ucraniana.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) detuvo además en Kiev a un cómplice de la Inteligencia militar rusa (GUR) que intentó infiltrarse en el cuartel general del Mando de paracaidistas de Ucrania como capellán.

Las fortificaciones en la región de Kiev se enmarcan en la orden dada por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en otoño pasado, cuando Rusia recuperó la iniciativa en el frente tras agotarse sin los resultados esperados la ofensiva ucraniana del verano.

El pasado día 11, Zelenski anunció que Ucrania avanza en la construcción de nuevas fortificaciones en tres líneas distintas a lo largo de los 2.000 kilómetros de la línea de contacto, que incluye zonas fronterizas con la Federación Rusa.

Esta semana el mandatario visitó las nuevas fortificaciones que se están construyendo en la región nororiental de Sumi.

El primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, anunció en enero una partida de cerca de 500 millones de dólares para la construcción de fortificaciones.

Medios de comunicación y expertos ucranianos tacharon en su momento de tardía la decisión de las autoridades de reforzar las fortificaciones, ya que Rusia lleva más de un año fortaleciendo sus líneas defensivas.

Rusia reivindica la conquista de 400 km2

Rusia reivindicó, ayer, la conquista de más de 400 km2 de territorio en Ucrania en lo que va de año, frente a unos soldados ucranianos con escasez de municiones, según aseguró el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu.

«En total, desde que empezó el año, 403 km2 de territorio de nuevas regiones de la Federación de Rusia pasaron a estar bajo nuestro control», declaró Shoigu, durante una reunión con militares, según su ministerio.

El ministro aludió a las regiones ucranianas de Lugansk, Jersón, Donetsk y Zaporiyia, cuya anexión reivindica Rusia, aunque solo las controla parcialmente. En este sentido, Shoigu afirmó que sus soldados continúan «empujando a las unidades ucranianas hacia el oeste».

Por su parte, el Instituto para el Estudio de la Guerra de Estados Unidos (ISW) señaló la semana pasada que Rusia se habría apoderado de 505 km2 de territorio ucraniano desde el pasado octubre.

Según el instituto, la acción de los ucranianos se ve limitada por «restricciones materiales». La llegada de ayuda que reclama Kiev se ha visto retrasada por las disensiones que provocan ese suministro, tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos.