Novedades en el caso Madeleine McCann: la Policía busca ADN en una furgoneta que usó el principal sospechoso
Christian Bruecknera cumula 17 condenas por distintos delitos y supuestamente la noche en que desapareció Madeleine estaba en las cercanías del apartamento donde dormía la niña
El caso Madeleine McCann ha dado un nuevo giro y la investigación para resolver la desaparición de la niña británica en 2007, en Portugal continúa, ahora, con el registro de una furgoneta que usó el principal sospechoso, Christian Brueckner.
Según ha publicado el tabloide británico The Sun, la Policía alemana tendría en su punto de mira un vehículo Mercedes Sprinter blanco que habría usado Brueckner en el momento del secuestro. Las autoridades quieren examinar la furgoneta con la esperanza de que pueda, todavía, mantener restos del ADN de la pequeña.
Se sabe que Brueckner alquiló esta furgoneta gracias a una solicitud que ahora es pública y que el sospechoso realizó entre 2014 y 2015.El empleado del taller limpió la furgoneta y la reparó, pero aseguró a The Sun que «no se le habría borrado todo el ADN»: «Aún podría haber pelos y otros rastros de cualquiera que estuviera dentro».
Además de cualquier vínculo con la pequeña Madeleine McCann , ahora se cree que Brueckner era dueño del vehículo en el momento en que otra menor, la alemana Inga Gehricke, desapareció en un bosque en Sajonia-Anhalt, en 2015.
Christian Brueckner es un alemán de 43 años al que se le investiga actualmente como sospechoso del secuestro y presumiblemente asesinato de Madeleine McCann. Tiene numerosos antecedentes penales por abusos sexuales, agresiones físicas, así como robos y delitos menores, algunos de ellos se produjeron durante los años que vivió en Portugal, entre 1995 y 2007.
El sospechoso acumula 17 condenas por distintos delitos y supuestamente la noche en que desapareció Madeleine estaba en las cercanías del apartamento donde dormía la niña, ya que una antena captó una señal de su teléfono móvil que lo ubicaba allí.
Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años, en que fue condenado por abusar de un niño. El último caso relacionado con menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil, en 2016.