Noboa defiende la incursión policial para detener al exvicepresidente Glas en la embajada de México

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha defendido la actuación de la Policía de su país tras la irrupción de las Fuerzas de Seguridad, esta madrugada, en la embajada de México para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas al esgrimir que la condena previa contra él prevalece sobre una condición de asilado político cuya validez, además, fue disputada por el mandatario ecuatoriano.

«Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político», ha asegurado Noboa en un comunicado tras la operación policial efectuada por la Policía de Ecuador en la delegación diplomático de México en Quito, y que ha llevado a este país a romper inmediatamente relaciones con el Gobierno ecuatoriano al entender la incursión como un ataque a su territorio soberano.

El presidente ecuatoriano, en una nota oficial publicada en redes sociales, denunció que la diplomacia mexicana ha «abusado de las inmunidades y privilegios» al conceder al exvicepresidente un «asilo diplomático contrario al marco jurídico convencional» antes de reiterar que Glas ya había sido «condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes».

«Toda Embajada tiene una sola finalidad: servir como un espacio diplomático con el objetivo de estrechar las relaciones entre los países», señaló el presidente ecuatoriano antes de manifestar que «Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad».

Glas permanecía desde mediados de diciembre en la sede diplomática mexicana, donde ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal. La embajada lo acogió como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para conseguir el asilo político.

Correa arremete contra Noboa

El expresidente de Ecuador Rafael Correa ha arremetido este sábado contra Noboa, señalando que confunde el país «con una de sus haciendas bananeras».

Este suceso se produce en un momento de máxima tensión en las relaciones entre Ecuador y México, después de que el Gobierno de Noboa hubiese expulsado a la embajadora mexicana, Raquel Serur, por unas declaraciones de López Obrador, sobre el asesinato del candidato Fernando Villavicencio y el efecto en los comicios ganados por el joven empresario, ahora de 36 años, que se impuso a la candidata correísta Luisa González.

A finales de febrero el Gobierno ecuatoriano ya había solicitado permiso a la embajadora mexicana para ingresar al recinto de la sede diplomática para detener a Glas, cuando todavía la Administración de López Obrador no había resuelto su solicitud de asilo político.

Glas, que fue vicepresidente de Ecuador durante parte del mandato presidencial de Rafael Correa y al inicio del periodo presidencial de Lenín Moreno.

Se refugió en la embajada de México tras haber sido imputado por malversación de fondos públicos en el caso 'Reconstrucción' de la provincia costera de Manabí, tras el fuerte terremoto sucedido en 2016.

Después de alojarse en la embajada de México en Quito, un juez ordenó a inicios de este 2024 su captura e ingreso en prisión preventiva.

Glas estuvo cerca de cinco años en la cárcel entre 2017 y finales de 2022, para cumplir dos condenas por casos de corrupción de ocho y seis años de cárcel, respectivamente, por los delitos de cohecho y asociación ilícita en la financiación irregular del partido correísta y en el marco del caso de corrupción internacional de la constructora brasileña Odebrecht.

El exvicepresidente siempre ha rechazado las acusaciones y condenas en su contra y desde un inicio se ha declarado un perseguido político y víctima de 'lawfare', motivo por el que había solicitado el asilo político a México.

En la misma sentencia por cohecho también fue condenado a ocho años de cárcel e inhabilitado políticamente el expresidente Correa, que tiene la condición de refugiado en Bélgica.