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El primer ministro húngaro, Viktor OrbánAFP

Hungría rechaza el pacto migratorio europeo y no lo acatará

El gobierno de Orbán rechaza las cuotas de reparto de inmigrantes por país y las multas, y llevará el pacto ante la justicia

El gobierno de Hungría, en el ejercicio de su soberanía, anunció este jueves que no acepta el pacto migratorio europeo y rechaza el sistema de reparto de inmigrantes, así como también la multa prevista por no acogerlos.

«El Parlamento Europeo ha tomado una mala decisión. No aceptamos la reubicación obligatoria, así como las multas por no acoger a migrantes», dijo el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, ante la prensa en Budapest.

Asimismo, dejó entender que el gobierno del primer ministro Viktor Orbán podría acudir a la vía legal para impedir la puesta en marcha del pacto.

«Esta será una discusión legal importante. Habrá que analizar si (el acuerdo) se puede atacar legalmente», agregó el ministro reafirmando que Hungría no participará en la realización del mismo.

El pacto sobre asilo y migración que recibió el miércoles el visto bueno del Parlamento Europeo prevé, entre otros, la reubicación de al menos 30.000 inmigrantes cada año.

Gulyás reiteró que el pacto acordado «no es aplicable y tampoco significa una ayuda» para los refugiados y agregó que Hungría se une a la postura polaca en el asunto.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, aseguró hoy que se opone a cualquier mecanismo de redistribución de solicitantes de asilo en el marco del pacto y afirmó que «protegerá» de él a Polonia, el país que más refugiados ucranianos ha acogido desde la invasión rusa.

Orbán y su gobierno han denunciado y combatido la inmigración ilegal que desborda las fronteras europeas y, desde 2015, aplican una serie de medidas para protegerse de las mafias migratorias y dificultar las solicitudes de asilo empleadas como forma de presión en el país centroeuropeo.

La policía húngara, además, ha desviado hacia la frontera serbia a inmigrantes irregulares, una práctica definida como «devoluciones en caliente» y rechazada por organizaciones humanitarias.