Los ultraortodoxos rechazan servir en el Ejército y acusan a Israel de «perseguir a los eruditos de la Torá»
La comunidad ultraortodoxa de Israel deberá hacer el servicio militar en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos después del fallo del Tribunal Supremo
Al igual que los árabes israelíes, los miembros de la comunidad haredim de Israel han estado durante décadas exentos de presentar el servicio militar.
Tradicionalmente dedicados al estudio de la Torá, esta comunidad religiosa ultraortodoxa ha sido una recurrente causa de polémicas y fricciones en la sociedad israelí.
Acusados por los israelíes laicos de ser una carga para la sociedad y de no contribuir, pese a lo cual muestran una actitud prepotente y condescendiente hacia el resto de los ciudadanos, ahora podrían verse obligados a servir en el Ejército.
Según un reciente fallo del Tribunal Supremo de Israel, el pasado 31 de marzo la exención de los haredim para hacer el servicio militar de tres años para los hombres y dos para las mujeres se habría extinguido.
El Estado, por lo tanto, puede ahora reclutar a los miembros de la comunidad haredim, algo que, según el ministro del Interior, Moshe Arbel, va a suceder.
Por el momento, sin embargo, se plantea limitar el reclutamiento a los varones de la comunidad. Se estudia también algún tipo de servicio intermedio como medida transitoria que permita una incorporación al Ejército menos brusca para los miembros de la comunidad. La idea es empezar reclutando un primer cupo de 1.500 hombres ultraortodoxos.
A pesar de estas concesiones pensadas para evitar una incorporación traumática de los haredim al Ejército, la comunidad ultraortodoxa no está dispuesta a ceder.
Esta semana, las calles de Jerusalén han colapsado con miles de manifestantes haredim que protestaban por el fallo del Supremo y los planes del gobierno para reclutarlos en plena guerra con Hamás en Gaza y la amenaza de guerra con Hezbolá en Libano y los ayatolás en Irán.
Convocados por decenas de escuelas talmúdicas, y encabezadas por la más combativa de todas, la Facción de Jerusalén, los miles de ultraortodoxos se agruparon junto a las oficinas de reclutamiento de las Fuerzas de Defensa de Israel en la ciudad santa.
«Están persiguiendo a los eruditos de la Torá», clamaban los manifestantes en referencia al gobierno de Benjamín Netanyahu.
Las manifestaciones no han estado exentas de momentos de tensión cuando algunos ultraortodoxos se negaron a ser desalojados y se sentaron frente a las oficinas de reclutamiento.
Los policías, sin miramientos, procedieron entonces a desalojarlos por la fuerza, en unas imágenes que han causado polémica en Israel y aprovechadas por la comunidad ultraortodoxa para denunciar brutalidad policial.