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El embajador de Irán en Madrid, Dr. Reza Zabib, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este lunes en MadridEFE

El embajador de Irán en España advierte a Israel de que un segundo ataque «será mucho más duro»

Reza Zabib ha insistido en que su país da por finalizada la más que anunciada venganza contra su enemigo histórico, pero no descarta una escalada en el conflicto si el país hebreo decide responder

El ataque de Irán contra Israel mantiene al planeta en vilo y las reacciones internacionales tras la andanada de misiles y drones de la República Islámica contra territorio de su mayor enemigo son un goteo constante. Ahora, la cuestión es qué hará el Gobierno de Benjamin Netanyahu. Ante esta incógnita, el embajador de Irán en España, Reza Zabib, en un encuentro con periodistas, ha querido lanzar una dura advertencia, en caso de que Tel Aviv decida responder: «Nuestro segundo ataque será mucho más duro».

El ataque coreografiado de Teherán ha servido tanto para lanzar un mensaje desde el régimen de los ayatolás como para reafirmar el poderío defensivo del Estado judío. Las dos partes han vendido el ataque como un éxito, aunque por razones muy dispares. Para Israel, ha supuesto una demostración de su férreo compromiso con la seguridad del país, un compromiso que se rompió con el atentado terrorista de Hamás, el pasado 7 de octubre. El Ejército israelí ha asegurado que logró interceptar el 99 % de los drones y misiles lanzados desde la República Islámica.

El portavoz militar de Israel, Daniel Hagari, declaró, orgulloso, que la ofensiva tan solo logró causar «daños menores» en una base militar en el sur del país. Una lectura muy distinta del ataque es la que ofrece Irán. «La respuesta fue calibrada, calculada y limitada», ha apuntado el embajador iraní en España. Teherán asegura que el objetivo de la ofensiva eran las bases militares y de Inteligencia que estaban detrás del bombardeo israelí contra el consulado de Irán en Damasco, Siria, donde asesinaron a siete altos rangos de la Guardia Revolucionaria, entre ellos Mohamad Reza Zahedi, comandante en Siria y Líbano de las fuerzas Al-Quds.

Irán rompió una «línea roja», este fin de semana, al atacar directamente suelo israelí. Desde hace décadas, ambos países llevan librando una guerra soterrada a todos los niveles. Israel se ha centrado en ataques cibernéticos, así como objetivos iraníes en países como Siria, Líbano o Irak, además de tratar de debilitar al máximo el programa nuclear iraní con asesinatos de científicos o sabotajes contra instalaciones nucleares. La República Islámica acostumbra responder a través de sus proxies: Hezbolá, en Líbano, las milicias proiraníes en Siria o Irak, o los hutíes, en Yemen. Esta ofensiva es un salto cualitativo en la respuesta más que anunciada de Irán.

«Este será el nuevo paradigma ahora», ha aseverado Reza Zabib. «Con esta respuesta hemos tratado de reequilibrar el poder en la región», pero el embajador iraní ha asegurado que su país «no ignorará las agresiones contra sus intereses nacionales». A través de la Embajada de Irán en España, la República Islámica ha decidido mandar un mensaje a Israel de que no dudará en volver a responder y que, en ese caso, el ataque no será, ni de lejos, tan contenido como el de este fin de semana.

Teherán asegura que advirtió, tres días antes de la ofensiva, a los países vecinos de sus planes. Irak, una de las naciones que contó con esta información, pudo avisar a Estados Unidos, aliado de Israel, del ataque y poner así en funcionamiento toda la maquinaria defensiva del Estado judío, junto con el apoyo de Reino Unido, Jordania y, por supuesto, el país norteamericano. El embajador iraní en España ha insisto en que su país da por finalizada la más que anunciada venganza contra su enemigo histórico, pero no descarta una escalada en el conflicto si el país hebreo decide responder, en un circulo vicioso que puede descontrolarse, tras más de seis meses de guerra en la Franja de Gaza y que mantiene a Oriente Medio bajo constante amenaza.

Estados Unidos y Reino Unido han instado a Israel a la contención tras el ataque iraní. Por su parte, la Casa Blanca ya ha adelantado que no participará en ninguna acción ofensiva en respuesta a la República Islámica. En esta misma línea, también se ha pronunciado hoy el ministro británico de Exteriores, David Cameron, que ha querido remarcar, en una entrevista a la BBC, que «no apoyamos un ataque como represalia». Sin embargo, Cameron ha anunciado que Reino Unido está sopesando imponer más sanciones contra Irán. Ahora, todas las miradas vuelven a posarse sobre Israel, que insiste en que un ataque de estas dimensiones no puede quedar sin respuesta.