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El presidente de EE. UU., Joe Biden, se reúne con miembros del equipo de Seguridad NacionalAFP

Estados Unidos y Reino Unido instan a Israel a la contención tras el ataque iraní

Tanto Washington como Londres han adelantado que no participarán en ninguna acción ofensiva contra la República Islámica

El ataque coreografiado de Irán contra Israel en respuesta al bombardeo contra el consulado iraní en Damasco, Siria, en el que murieron siete altos rangos de la Guardia Revolucionaria se ha vendido como un éxito en ambos países. La República Islámica ha traspasado una línea roja al atacar a su némesis en su propio territorio y ha demostrado su capacidad de contraataque. Israel, por su parte, ha demostrado su alta capacidad defensiva. Para Estados Unidos y Reino Unido, ahora, las cuentas pendientes ya están saldadas.

Washington instó, ayer, a su aliado a mostrar contención en su respuesta a la oleada de drones, misiles y misiles balísticos de Irán. En este sentido, la Casa Blanca ya adelantó que no participará en ninguna acción ofensiva en respuesta al histórico ataque de la República Islámica, que en su mayor parte fue interceptado por las defensas aéreas de Israel y las de otros aliados como Estados Unidos, Reino Unido o Jordania.

En esta misma línea se han pronunciado desde Londres, el ministro británico de Exteriores, David Cameron, ha pedido este lunes a Israel, en una entrevista a la BBC, que evite tomar represalias contra Irán. «Queremos evitar una escalada de este conflicto, por razones obvias de nuestro propio interés nacional. Decimos muy claramente que no apoyamos un ataque como represalia», aseveró Cameron.

El ministro británico declaró que «es momento de pensar tanto con la cabeza como con el corazón y, en muchos sentidos, esto es una doble derrota para Irán». Asimismo, agregó que el ataque «masivo» contra Israel por parte de Irán habría podido causar «millas de víctimas».

Por otro lado, Cameron afirmó que el Reino Unido se propone imponer nuevas sanciones contra Irán. «Continuaremos estudiando las medidas suplementarias que podemos tomar», explicó.

Para prevenir un recrudecimiento del conflicto, el presidente estadounidense, Joe Biden, se reunió este domingo con los líderes del G7, en una cumbre celebrada por videoconferencia y, además, habló por teléfono con el Rey Abdalá II de Jordania, con quien mantiene una estrecha relación personal.

En el encuentro del G7, Biden y los otros líderes conversaron sobre posibles medidas diplomáticas contra Irán y, aunque no se alcanzó un acuerdo, debatieron sobre la posibilidad de imponer nuevas sanciones a ese país o designar como grupo terrorista a la Guardia Revolucionaria iraní.

Según detalló a la prensa un alto funcionario estadounidense, esas dos opciones se debatieron «con cierto detalle» durante la cumbre, aunque no aparecieron en el comunicado final de los líderes de Italia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Francia y Canadá, además de los de la Unión Europea (UE).

Por otro lado, la conversación de Biden con el Rey Abdalá II de Jordania se centró en las consecuencias que podría tener para la región una eventual represalia israelí.

En esa conversación, el monarca aprovechó para expresar a Biden su preocupación por la posibilidad de que «cualquier medida israelí» acabe ampliando «el círculo del conflicto» en Oriente Medio, informó la corte jordana en un comunicado.